La junta militar birmana cifró este viernes en al menos 200 muertos y 730 heridos las víctimas debido al terremoto de magnitud 7,7 que ha causado graves daños en el centro-norte del país, donde se decretó el estado de emergencia.
El portavoz de la junta, Zaw Min Tun, informó a EFE de estas cifras por mensajería móvil tras realizar un inusual llamamiento a la ayuda internacional por el fuerte temblor, que también ha causado fallecidos y daños en la vecina Tailandia.
Por su parte, el jefe de la junta, Min Aung Hlaing, dijo en una intervención retransmitida en la televisión estatal que hay al menos 144 fallecidos, además de 732 heridos.“Se espera que la cifra de muertos y heridos aumente”, señaló el jefe del régimen castrense.
El terremoto dejó 96 muertos en Naipyidó, la capital, 18 en la región central de Sagaing, y 30 en Kyaukse (en la región de Mandalay), añadió el general. Fuentes sobre el terreno dijeron a EFE que el Ejército también informó a organizaciones internacionales de otros 39 muertos en el estado de Shan, fronterizo con China.
Edificios destruidos
Según los medios locales, el jefe de la junta birmana se acercó en Naipyidó a zonas con edificios destruidos por el sismo, cuyos efectos devastadores empeoran la crisis debido al conflicto armado en el país.
Este organismo dijo hoy que estima que el sismo ha dejado cientos de fallecidos y que hay una “alerta naranja (la segunda más grave tras la roja) por muertes y pérdidas económicas relacionadas con el temblor”.
El sismo también se sintió en países vecinos como Tailandia, donde la primera ministra de Tailandia, Paetongtarn Shinawatra, declaró el estado de emergencia en la capital, donde al menos cuatro personas fallecieron y más de 80 se encuentran atrapadas después de que un edificio en obras se derrumbara.