El fuego no da tregua en el cerro Casitagua, San Antonio de Pichincha, noroccidente de Quito. Las labores para apagar las llamas continúan. Y es que ha sido una lucha ardua por parte de los bomberos; tres de ellos sufrieron quemaduras de primer grado.
Así lo detalló el comandante del Cuerpo de Bomberos de Quito, Esteban Cárdenas. En una rueda de prensa fue consultado sobre los tres uniformados que se encontraban dentro de una carpa del Ministerio de Salud, instalada en el puesto de mando unificado.
«En la parte alta norte hubo remolinos de viento; un efecto bastante complicado», dijo Cárdenas. Continúo que «el ascenso de una ráfaga de fuego es bastante rápida». Fue en ese momento en que los tres bomberos apagaban los focos, en la parte del encañonado.
Este diario consultó a la institución sobre el estado de salud de los bomberos. Al momento ya se encuentran bien y no tienen ninguna clase de afectación. «Sufrieron una reacción exotérmica en la planta de los pies. Es más bien como una quemadura de sol».
Por suerte, la situación no pasó a mayores ya que los equipos de protección -que portaban los bomberos- cumplieron su trabajo. «Ya ellos fueron evaluados por personal de salud. No son daños ni lesiones mayores», cerró Cárdenas.
Por otro lado, el comandante del cuerpo de bomberos informó que este 16 de enero de 2020 las labores en el Casitagua fueron emprendidas por 400 efectivos entre bomberos, militares, policías, cuerpos de agentes de control y Ministerio de Ambiente.
«300 han estado en terreno. De hecho hicieron un relevo porque en horas de la noche debe haber menos personal para no desgastarlos. Incluso, se han incorporado 80 bomberos de 10 cantones para colaborar», complementó Cárdenas.
También recalcó que mientras haya focos aislados no se puede decir que el incendio está totalmente controlado. «Es un incendio que tiene varios focos, los cuales hay que ir cerrando de manera progresiva», señaló.
De momento, no se registran columnas de humo en el cerro Casitagua. Personal de bomberos permanece en la zona realizando labores de liquidación por tierra y enfriamiento desde el aire con helicópteros y sistema Bambi Bucket.
