El ministro coordinador de Seguridad, César Navas, informó sobre el plan integral de seguridad que se aplicará para Hábitat III. Este girará en torno a tres ejes: seguridad ciudadana, seguridad para jefes de Estado y otra para eventos masivos.
Especificó que la seguridad de los presidentes y jefes de Estado estará a cargo de las Fuerzas Armadas de Ecuador.
Además, indicó que se han instalado 243 cámaras de seguridad para el evento, a las que se han integrado ya las de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, sede principal del Hábitat III, entre otras.
El puesto de mando unificado en torno a la seguridad, en la que también participará la ONU, estará en la oficina principal del Sistema de Seguridad Integrado (ECU 911), en la loma de Itchimbía, en Quito.
«A partir del viernes a las 00.00 vamos a entregar oficialmente la sede donde se va a organizar el evento a Naciones Unidas y se activan ciertas restricciones», por ejemplo, en torno a vialidad, dijo Navas al señalar que la seguridad de la zona la comparten Ecuador y la ONU.
Indicó que en total 6.500 personas, entre policías, militares y equipos multidisciplinarios de ministerios, como el de Salud, se destinarán para la seguridad y la prestación de servicios durante la realización de la Conferencia de la ONU, la tercera luego de la de Vancouver (Canadá), en 1976, y la de Estambul (Turquía), en 1996.
Según Navas, más de 45.000 personas se han registrado para el evento, de las que presume que asistirán unas 35.000, de las cuales 10.000 son extranjeras.
A su vez, la ministra de Vivienda, María de los Ángeles Duarte indicó que se han inscrito 800 jóvenes como voluntarios para ayudar en el evento, que concluirá el jueves 20 de octubre, y por el cual ha decidido suspender por cuatro días las actividades en 14 establecimientos educativos cercanos a área de reuniones.
De acuerdo a Naciones Unidas, la reunión de Quito, a la que asistirán delegaciones de 193 países, será una «enorme oportunidad» para que la humanidad revise la urbanización e imagine un nuevo mundo en el que las ciudades contribuyan al desarrollo sin dañar los ecosistemas. EFE