Con una letra improvisada para alertar sobre el COVID-19 y al ritmo de “Sopa de Caracol”, el sacerdote Sergio Valverde acaparó las miradas y comentarios de las redes sociales. El video se hizo viral por su divertida y pegajosa letra que busca concientizar en Costa Rica, el país vive su momento más crítico por la elevada tasa de contagios.
En su habitual misa dominical, transmitida por redes sociales, el reconocido cura quiso hacer un nuevo llamado a la prevención del ccontagio. “Sin la mascarilla, hay Covid pa ti, Covid pa mi”, dice el estribillo que Valverde repitió varias veces en la parroquia de Cristo Rey.
VIDEO
En entrevista con The Associated Press, Valverde asegura que no tiene escrita la canción en ninguna parte, pues se trató de una idea improvisada y no esperaba tener tanto alcance.
La preocupación del padre Sergio no es casual. La misma semana en que su canción se hizo viral, Costa Rica registró 2.781 casos nuevos el jueves, la cifra más alta en un solo día desde que se registró el primer caso en el país en marzo de 2020.
La canción del sacerdote es ahora replicada por “influencers” en redes sociales, por medios internacionales y hasta llegó a oídos del músico hondureño Pilo Tejada, autor de la versión español de “Sopa de Caracol” quien ahora grabó también la versión del padre Sergio.
Ahora Valverde anuncia que grabará un video con su canción y tiene en proceso otras cuatro canciones que dará a conocer en los próximos días, en espera de que su mensaje sirva para hacer consciencia entre los costarricenses.
Tejeda, de 68 años, también se mostró conmovido por la iniciativa del sacerdote, y dijo a la AP que estaba muy feliz y honrado de trabajar con Valverde y ceder los derechos para la grabación. “Cómo no voy a sentirme feliz y honrado de que Dios nos ha dado la oportunidad que a través de esta canción, que todo el mundo conoce, llevar un mensaje positivo”, agregó.
Sopa de Caracol es una adaptación de una canción original en garífuna del cantante y escritor garinagu beliceño Hernán “Chico” Ramos. Fue populariza en 1991 por el grupo hondureño Banda Blanca y en poco tiempo se convirtió en un éxito mundial. Tejeda ha reconocido que la letra de la canción tiene elementos de la lengua garífuna contemporánea, el español, el inglés y el francés.