“Llevamos una delegación de 13 niñas, entre 9 y 11 años, que ganaron ‘Mejor coreografía’ con ‘A mi manera’ en versión flamenco de Siempre Así. También llevamos tap, con el cual el grupo ganó medallas de platinum y de titanium.
Las siete coreografías con las que Andanzas participó en el concurso internacional fueron premiadas.
“La modalidad del concurso era puntuación personal, entonces es un poco más difícil porque el mayor puntaje gana ‘Diamond’ que es el reconocimiento mayor”, explica Félix, quien se enorgullece del logro de sus estudiantes, pues en todas las coreografías estuvieron fueron parte de los mejores ranking.
Por ejemplo, Antonia Castro, de 14 años, se hizo del premio en la categoría solista por su excelente puntuación, lo que le acreditó la medalla ‘diamond’ y un pase para concursar en otro campeonato de baile en Las Vegas, EEUU.
Y es que conocido por su gran intensidad emocional, el flamenco se distingue por sus movimientos graciles de brazos, feroces zapateos, profundos lamentos y rasgueos de guitarra. Se trata de un baile apasionado que envuelve por su magia.
Para María Emilia Neira, de 10 años, estudiante de Andanzas, “a través del flamenco puede expresar sus sentimientos. “siento que soy libre, me gusta bastante hacer sonido con mis pies y moverme. Estar en el escenario me encanta porque puedo expresar a las personas lo que es el flamenco para mi”.
Otro testimonio es el de Alejandro de Pino, 14 años, quien ganó medalla diamante en flamenco, además, de titanium. El es el unico varón de la academia. “Las mujeres bailan diferente flamenco para los hombres. Cuando me ponen en la pista a bailar siento que soy yo mismo, Creo que el flamenco expresa sentimiento, pasión y fuerza”, dice.