La psicóloga Cecilia Viteri, del Instituto Neurológico de Guayaquil, confirma que después de un sismo o terremoto aumenta el número de consultas en el área de Consulta Externa de ese sanatorio, donde se atienden unas 450 personas diarias.
A los pacientes se les diagnostica cuadros clínicos conocidos como trastorno psicótico o estrés postraumático, un daño emocional. “Es notable porque se presenta una alteración en el comportamiento del individuo que a le afecta a su calidad de vida, desempeño en el trabajo, entre otros, porque está atemorizado”, explica la especialista.
Este trastorno puede venir acompañado de ansiedad, taquicardia, sudoración en manos, problemas de memoria, ataques de pánico e incluso sentimientos como la culpa o la impotencia en los casos donde la persona ha sido testigo de la pérdida de alguien cercano producto del movimiento telúrico.
Pero, ¿cómo identificar que se está atravesando este trastorno?
Existen tres ‘focos rojos’, dice el galeno Marcos Mendoza, para identificar este daño emocional: falta de sueño con reacciones de sobresalto, pánico y, en caso más graves, desarrollo taquicardia.
“Lo grave de no tratar el trastorno psicótico es que puede tener consecuencias a largo plazo como desencadenar trastornos mentales o físicos como la colitis o gastritis. Y en los niños, puede desencadenarse ciertas fobias”, explica Mendoza.
La buena noticia es que sí existe tratamiento para liberar el estrés post sismos, de hecho, se requiere el desarrollo de nuevos hábitos.
¿Qué hacer si presenta un cuadro de estrés postraumático o trastorno psicótico?
- Realice un ‘ayuno de noticias: Se refiere a evitar ver, leer o escuchar contenido relacionado con el desastre natural.
- Hallar ayuda profesional: Los profesionales de la salud física y mental son quienes mejor pueden atender estos casos.
- El apoyo social para el desahogo es importante; hablar con amigos o familia, llorar, gritar, pero desahóguese.
- Si los síntomas persisten por más de tres meses, los doctores consideraron que entonces será momento de acudir a un especialista.
