Dani Alves inició de la peor manera el arranque de 2023, al sumar ya 31 días preso, por ser acusado de abuso sexual a una joven española.
La situación del jugador brasileño ha sido cada vez más gris, pues todo pinta en su contra para pasar cerca de 12 años en la cárcel.
El brasileño ya tiene 31 días preso
Al inicio, Alves cooperó con las autoridades y fue él quien se presentó a la fiscalía, para arrancar su proceso legal.
Sin embargo, sus declaraciones han cambiado con el paso de los días, lo que jugó en su contra, ya que al principio negó todo, pero las pruebas de ADN fueron contundentes.
Por tal motivo, Dani tomó la decisión de cambiar de abogados, quienes modificaron la estrategia y recomendaron al jugador aceptar su culpa.
El futbolista reveló que sí tuvo relaciones sexuales con la joven, pero negó que fuera a la fuerza.
Han pasado 31 días desde que Alves está preso, por lo que ve cada vez menos factible su liberación, pese a que sus abogados han buscado que sea en situación condicional, al poseer una propiedad en Barcelona, donde podría cumplir con su sentencia.
Así es la celda de Alves
El brasileño ha estado recluido en un cuarto de seis por seis metros, en el que cuenta con una regadera privada.
Conscientes de la figura pública que representa, las autoridades han dado ciertos beneficios al jugador, como el hecho de tener una ducha propia que no comparte.
Algunos reos han destacado el comportamiento de Alves, quien ha intentado ayudar a cada una de las personas con las que se ha encontrado tras las rejas.
En su cuarto no cuenta con televisión, pues no quiere estar enterado de las noticias que giran en su entorno.
Su rutina es levantarse a las 8:00 am, para después ir al gimnasio y hacer su primera comida del día.
El carioca ha jugado fútbol. Incluso, algunos prisioneros han sido entrenados por él, y así ha pasado la mayoría de sus días.
Además, colabora para comprar alimentos y artículos necesarios para muchos de los reos, por lo que se ha ganado el respeto de algunos.
“Ayuda en lo que puede. Compra cosas de comer a la gente y todas esas cosas. Ayuda e invita. No va de estrella. Hay funcionarios que le bailan el agua y hay otros que se alegran de tenerlo ahí”, comentó un reo en “El Programa Ana Rosa”.