En la era digital, la inteligencia artificial (IA) no solo transforma industrias, también comienza a jugar un rol en la vida emocional.
De acuerdo con estudios de la Universidad de California en Davis (2022), más del 30% de las personas que sospechan de una infidelidad buscan respuestas en medios tecnológicos antes que acudir a su pareja o un terapeuta.
Patrones de comportamiento detectables
Desde un enfoque psicológico, la infidelidad suele acompañarse de cambios notables: evasividad, defensividad excesiva, aumento repentino en la privacidad digital, cambios en la rutina y menor interés sexual o afectivo.
La IA puede amplificar el análisis de estos patrones con herramientas como el procesamiento del lenguaje natural, análisis de tono en chats o identificación de tiempos de respuesta inusuales en plataformas de mensajería.
Prompts útiles para aplicar IA
En asistentes inteligentes como ChatGPT, los siguientes prompts pueden ayudar a analizar patrones de comunicación sospechosos:
- “Analiza esta conversación y dime si notas evasivas o contradicciones.”
- “Compara estos dos mensajes. ¿Hay incoherencias o cambios en la forma de dirigirse?”
- “¿Qué tipo de lenguaje corporal podría revelar engaño en esta situación?” (cuando se analiza junto a video o texto descriptivo)
Asimismo, herramientas de IA como Grammarly o Copilot pueden identificar cambios de estilo lingüístico en mensajes, lo cual puede ser un indicio si se comparan textos escritos por la misma persona en diferentes contextos emocionales.
La ética detrás del descubrimiento
Los psicólogos advierten que el uso de IA debe complementarse con la inteligencia emocional. Una sospecha sin diálogo solo alimenta el conflicto.
La doctora Helen Fisher, antropóloga biológica, subraya que el comportamiento humano es complejo: “La infidelidad no siempre es física; puede empezar con pequeños secretos o desconexiones emocionales”.
