Sin que al cierre de esta nota haya un pronunciamiento oficial, en redes sociales ya hay videos y hasta transmisiones en TikTok en los que se reporta un amotinamiento en la cárcel Regional de Guayaquil en pleno estado de excepción, que incluye la intervención de policías y militares en las prisiones.
Al momento el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI) no ha informado nada.
Usuarios han captado con sus celulares cómo luce el panorama a metros de distancia, y los disparos que se oyen. Igualmente, hay otros clips grabados -aparentemente- desde el interior de uno de los centros carcelarios en los que se observa la escena en llamas.
La ATM de Guayaquil ha informado que debido a un procedimiento policial a la altura del Centro Penitenciario se procede con el cierre de la Vía a Daule en los siguientes puntos:
- Vía a Daule Km 15.5 hacia el sur.
- Vía a Daule Km 14 hacia el norte.
- Oreja vial Perimetral y Vía a Daule hacia Pascuales.
Escalada de violencia
El pasado 7 de marzo, el presidente Daniel Noboa emitió un decreto ejecutivo con el que prorrogó por 30 días el estado de excepción a escala nacional que ya estaba en vigor desde el 8 de enero, lo que hizo reducir las cifras de homicidios, si bien hubo un repunte en la última semana con el asesinato de una alcaldesa y las muertes de un policía y un militar en sendos enfrentamientos con criminales.
Desde el 9 de enero declaró además la existencia de un “conflicto armado interno”, con lo que pasó a considerar a las bandas del crimen organizado como grupos terroristas y actores beligerantes no estatales, y militarizó las cárceles, a las que consideró como “zonas de seguridad”.
Durante los primeros sesenta días del estado de excepción, las fuerzas de seguridad del Estado informaron que habían abatido a una docena de presuntos delincuentes catalogados como “terroristas”, mientras que tres policías habían fallecido en el cumplimiento de la ley.
Hasta el 8 de marzo, las fuerzas del orden habían detenido a más de 11.000 personas y se habían incautado más de 3.300 armas de fuego y una cifra superior a los 24.000 explosivos.
Las Fuerzas Armadas tomaron el control de las prisiones, que habían estado dominadas por bandas criminales, cuyas rivalidades han dejado más de 500 presos asesinados desde 2020 en una serie de masacres carcelarias, de acuerdo con EFE