Noticias

Un servicio veterinario monitoriza la salud de las especies marinas en Galápagos

El programa también incluye la transferencia de conocimiento para fortalecer la capacidad del personal local

La Fundación Oceanogràfic y la Universidad San Francisco de Quito (USFQ) han puesto en marcha un servicio veterinario especializado para monitorizar la salud de las especies marinas en Galápagos a través del seguimiento del estado actual de las especies, y las amenazas a las que se enfrentan, especialmente para prevenir posibles enfermedades.

La isla de San Cristóbal, ubicada en el archipiélago de Galápagos y conocida por su biodiversidad única, es el escenario de este programa de conservación que ambas entidades realizan a través del Galápagos Science Center (GSC) y en colaboración con el Parque Nacional Galápagos (PNG).

Durante los pasados meses de agosto, septiembre y octubre varios veterinarios de la Fundación Oceanogràfic de Valencia (este) se trasladaron a Puerto Baquerizo Moreno para iniciar, junto al resto de las instituciones, actividades de vigilancia sanitaria y transferencia de conocimiento.

En primera instancia, el objetivo era brindar apoyo al PNG para generar una línea base sobre el estado de salud de algunas de sus especies emblemáticas, como los leones marinos, las tortugas terrestres y marinas, los tiburones y las iguanas.

Para Diego Páez Rosas, profesor de la USFQ Galápagos e investigador del GSC, “esta alianza es fundamental porque los resultados permitirán ayudar en la gestión ambiental del PNG, a través del seguimiento y el monitoreo del estado actual de las especies, y las amenazas a las que se enfrentan, especialmente para prevenir posibles enfermedades”.

”La recuperación y asistencia a individuos heridos o enfermos, y el apoyo a los programas de cría, son también parte de los objetivos de este servicio veterinario, que se ha desarrollado gracias a la experiencia adquirida de los profesionales en su trabajo con los animales silvestres que habitan en el centro marino Oceanogràfic de Valencia”, indicó José Luis Crespo, investigador de la Fundación Oceanogràfic.

En segunda instancia, el programa también incluye la transferencia de conocimiento para fortalecer la capacidad del personal local y establecer planes de acción que ayuden a garantizar una respuesta efectiva ante cualquier situación que pueda poner en peligro la salud de la fauna marina.

La transferencia de conocimiento incluye el acompañamiento a los investigadores y charlas y capacitaciones para los miembros de las diferentes instituciones aliadas, según fuentes de la Fundación Oceanogràfic.

”Cuando se trata del estudio de la salud animal, hay una diferencia entre lo que se puede hacer cuando los animales están vivos o cuando están muertos”, afirmó Claire Simeone, veterinaria de la Fundación Oceanogràfic.

Según Simeone, cuando se trata del estudio de animales vivos “damos un acompañamiento a los biólogos para asesorarlos en el proceso de recolección de muestras” y cuando se trata de animales muertos, “capacitamos sobre el proceso de una necropsia, que es prácticamente una autopsia al animal y una metodología que nos permite identificar su causa de muerte”.

Durante su estancia en Ecuador, los veterinarios del acuario español realizaron muestreos de salud a 50 leones marinos de las Islas Galápagos (Zalophus wollebaeki), una especie endémica del archipiélago y en peligro crítico de extinción.

Asimismo, varias tortugas carey (Eretmochelys imbricata), la especie más amenazada del planeta, fueron marcadas con dispositivos de seguimiento satelital para comprender sus movimientos y las posibles conexiones con otras poblaciones, lo que proporcionará una valiosa información a la comunidad científica sobre sus rutas migratorias y la posible dispersión de enfermedades.

”Las tortugas carey son una especie migratoria críticamente amenazada. Por eso, toda la información que podamos entender sobre esta especie, en este momento, ayuda a su conservación”, explicó Juan Pablo Muñoz, profesor de la USFQ Galápagos e investigador del GSC.

Durante los meses de septiembre, octubre y hasta diciembre 2023 se realizarán varias actividades de monitoreo de aves marino-costeras afectadas por la gripe aviar (H5-N1) en San Cristóbal.

Con información de EFE

Síguenos en Google News:Google News

Contenido Patrocinado

Lo Último