El 9 de agosto con el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio, su amigo de toda la vida, Christian Zurita, también sintió que acabaron de cierta forma con 30 años de periodismo de investigación.
“Yo era un periodista neto, hasta el día de su muerte”, dijo Zurita en una entrevista para la BBC Mundo, quien asumió la candidatura a manera de honra por tan vil asesinato a manos de siete sicarios colombianos, cuando salía de un mitin político en Quito.
El periodista indicó que era parte de la asesoría de su amigo pero que no estaba en la política a diferencia de Villavicencio quien en 2021 fue asambleísta y este 2023 buscaba la presidencia de Ecuador.
“Yo era un periodista neto, hasta el día de su muerte”, le dice a BBC Mundo el hombre que asumió la candidatura vacante tras el asesinato de su amigo. Confesó que se hicieron muy cercanos cuando el trabajaba en un canal de televisión y él como parte de sindicato de Petroecuador. “Siempre tenía información muy buena de primera mano, que era de interés público”, indicó. Luego publicaron varios libros juntos denunciando casos de corrupción dentro del gobierno de Rafael Correa.
En las elecciones del 20 de agosto, pese a no haber participado en el debate del CNE, quedó en tercer lugar con más del 16% de los votos. Pese a que la alianza (Gente Buena-Construye) no estará en la segunda vuelta, este se convirtió en el segundo bloque con más representación en la Asamblea Nacional.
Sin embargo, Zurita no sabe si liderará este proyecto.
Zurita fue gravemente amenazado de muerte:
Al cierre de la campaña electoral, Zurita recibió graves amenazas de un cartel mexicano, y esa fue la razón por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos emitió medidas cautelares inmediatas “para que el Estado mantenga no solo a mi favor, sino en buena parte del equipo, un dispositivo de seguridad que efectivamente nos permita seguir trabajando”, dijo en la entrevista a la BBC.
Analiza irse del país.
Zurita indicó que no le gusta vivir con una guardia de seguridad y en constante peligro. “Mi vida ha cambiado radicalmente. Y dudo que pueda tener la vida que tuve antes”, señala. “Es un camino que ya prácticamente parece imposible de volver. O sea, lo caminado está hecho”, recalcó.
“Por las propias condiciones de seguridad debería ausentarme un tiempo del Ecuador, porque son muy serias y graves. Tengo que poner primero que todo la seguridad de mi familia que se encuentra en este momento totalmente dispersa. Y, pues luego de un tiempo determinaré efectivamente qué debo hacer”, enfatizó.