“Nos lo quitaron sin piedad y la justicia no debe tener piedad tampoco!”, fueron las palabras de Rosita Saldarriaga, quien muy conmovida llegó a la capilla ardiente de su esposo, el alcalde de Manta, Agustín Intriago, asesinado durante la tarde del 23 de julio en el barrio 15 de septiembre. La mujer estaba vestida de negro usando un chaleco antibalas y una gorra. Con llanto dejó un gran mensaje a toda la ciudad quien también pedía justicia.
“Gracias por estar aquí, por no dejarlo ni un solo momento. Hoy me arrancaron el alma sin piedad, hoy dejaron a dos niños sin el calor de su papá. Hoy nos arrebataron todo. También le arrebataron el sueño a una familia, a toda una ciudad, nos quitaron esa parte importante de la familia que somos aquí en Manta”, empezó diciendo Rosita envuelta en llanto.
“Pero verlos a cada uno de ustedes, sentir el calor de su pueblo, le da refugio a mi corazón. Es que el legado nació con él y se vuelve infinito con él. Hoy debemos estar más convencidos que desde el primer momento, este hombre entregó su vida por Manta. Que Dios perdona a los criminales, pero, ¡la justicia le exige una madre, una esposa, unos hijos, todo un pueblo que necesita justicia, que siente rabia porque le quitaron a su líder, que siente rabia porque nos quitaron al que estaba transformando esta ciudad. Nos lo quitaron sin piedad y la justicia no debe tener piedad tampoco!”, dijo la mujer, quien se volvió a quebrar al alzar su voz por justicia y pedir que el asesinato no quede en la impunidad.
“Yo creo que él ya esta creando un mejor cielo para esperarnos a todos nosotros, gracias por estar aquí y por amar a este hombre que entregó su vida por cada uno de nosotros. Mi amor, te amo y nos vemos prontito”, finalizó.
Miles de ciudadanos llegaron a la velación del féretro del alcalde de Manta en el Coliseo Tohallí. Los familiares de Agustín Intriago se mostraron muy dolidos por el violento asesinato ya que hace seis meses había nacido su segundo hijo.
Agustín Intriago fue asesinado cuando salía de un evento deportivo. Sicarios le dispararon en tres ocasiones. Las balas también llegaron a la futbolista Estafania Chancay, quien recibió un impacto en la cabeza.
Hasta el momento solo hay una persona detenida por este doble crimen que enluta al Ecuador.