La fuerza de Elizabeth Otavalo sigue intacta y a cada entrevista que da se puede ver la fuerza y carácter que tiene para seguir exigiendo justicia por el femicidio de su hija, María Belén Bernal, a manos de presuntamente Germán Cáceres, quienes llevaban casados siete años.
En una entrevista para el programa En Contacto de Ecuavisa, la madre contó algunos detalles de la vida de su hija junto al expolicía y no pudo entender “cuándo se activó el monstruo (en relación a Cáceres)” que mató a María Belén de una forma atroz.
Bernal y Cáceres se conocieron por un robo
Elizabeth Contó que hace años tuvieron una emergencia. “En casa nos robaron y ahí mi hija conoció a Germán. Él nos asistió como policía y luego ellos siguieron frecuentándose, viéndose. Él la enamoró, fueron a vivir juntos, luego se casaron”.
– ¿Vio algo sobre si su hija era víctima de maltrato intrafamiliar? le preguntó Gaby Díaz.
– “Yo vi una relación normal”, responde Elizabeth Otavalo, secándose las lágrimas. “De hecho, una relación feliz. No sé cuándo se activa ese monstruo en él (Germán Cáceres). Quisiera tener un escáner para saber de ese corazón”.
Además la madre reveló que cuando ellos se fueron a vivir juntos, “compraron su casa mediante un préstamo. Normal, como todos… por eso yo no entiendo”. Incluso Germán e Isaac se llevaban bien. “Hacían escaladas, él le estaban enseñando a ciclear”, indicó.
“Señora Elizabeth, ¿usted sabe algo de Belén?”
Hace 15 días, Elizabeth Otavalo habló por última vez con el expolicía, cuando este la llamó a preguntar si sabía algo de su hija. “A las 14:30 me llamó”:
-Señora Elizabeth, usted sabe algo de Belén, me dice.
-No, si tú no sabes, por qué debo saber yo. ¿Qué pasó?
-Ayer en la noche tuvimos una discusión y le dejé a Belén en la avenida Simón Bolívar tomando un taxi a las 22:00.
“¿Cómo a las 10:00 de la noche? Eso fue lo que me sorprendió a mi, porque los que vivimos en Quito sabemos que la avenida Simón Bolívar es una avenida muy rápida y no es para tomar un taxi”, dijo la madre al medio citado.
-Yo la embarqué en un taxi y ahora ella no aparece.
-Germán, denunciemos.
Otavalo recordó que su hija tenía varios casos el lunes por la mañana por lo que era imposible que abandone a sus clientes. Luego de que habló con un colega de su hija del estudio jurídico, volvió a llamar a Cáceres a decirle que ponga la denuncia a las 15:00.
-Germán, debemos poner la denuncia, dice la madre.
– Iré al terminar mis actividades diarias, responde el también instructor de la Escuela Superior.
– No, Germán. Es en este momento. Y es cuando vamos a la Dinased. O sea, yo le exijo.
“A Germán le vi hasta el día siguiente, cuando tuvieron la oportunidad de detenerle la Policía o el fiscal y no lo hicieron”. Además indicó que el esposo de su hija no dejó ingresar la noche del lunes a los investigadores a verificar su colchón en la Escuela Superior de la Policía. “Obvió porque ahí había sangre”, dijo Elizabeth.
Luego el martes 13 de septiembre, Germán Cáceres fue retenido por ocho horas en la Fiscalía, para que vuelva a rendir versión. “Le dejaron libre y ya no le vi más. Incluso la señorita cadete también dio su versión”, añadió la madre.
Desde ese día llegó el calvario a la familia de María Belén Bernal. “¿Dónde nos enseñan a perder un hijo y en estas condiciones?”. En ese día se activó y comenzó la búsqueda de su hija; llamó a sus amigas y comenzaron a publicar en redes sociales para buscarla. “Pero era como si la Policía me cerraba el círculo. Era como si obstaculizaba lo que debía hacer”.
El pasado jueves 22 de septiembre, el cuerpo de María Belén Bernal fue hallado enterrada en el cerro Casitagua, envuelta en plástico con signos de violencia. El comandante de la Policía, Fausto Salinas, reveló que la mujer fue estrangulada.
El gobierno de Lasso dio plazo hasta este viernes para que encuentren a Germán Cáceres y responda ante las autoridades.