La misión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) presidida por el comisionado Stuardo Ralón visitó este jueves las prisiones de Guayaquil y Cotopaxi para hacer seguimiento de la situación en el sistema penitenciario nacional y reunirse con uno de los reos, el exvicepresidente Jorge Glas.
La misión, que tiene el objetivo de verificar la crisis en las cárceles ecuatorianas, donde este año murieron más de 300 personas en sangrientos ajustes de cuentas entre bandas, se dividió hoy en dos grupos para acudir a cada uno de los centros.
En el de Cotopaxi, donde permanecieron unas tres horas, los cinco miembros del grupo visitaron los pabellones de hombres y mujeres, y se reunieron en privado con el exvicepresidente, que cumple condena por dos casos de soborno.
Ninguna fuente ha facilitado información del contenido de la conversación, pero mientras se celebraba una treintena de personas se manifestaron fuera de la prisión para exigir su libertad.
El caso judicial de Glas y de otros dirigentes del movimiento “correísta”, que gobernó Ecuador entre 2007 y 2017 bajo el mando del presidente Rafael Correa, es visto por sus seguidores como una persecución política.
En diciembre de 2019, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) adoptó una resolución mediante la cual otorgó medidas cautelares a favor de Glas, tras considerar que se encuentra en una situación de gravedad y urgencia de riesgo de daño irreparable a sus derechos, sobre todo, por su debilitada salud.
En declaraciones a medios locales que esperaban a las afueras de la prisión, su director Víctor Andrade informó de que los miembros de la delegación se interesaron por la rutina dentro del centro, la vida de los presos, y conocieron el programa laboral de las mujeres en el centro penitenciario.
La misión de la CIDH llegó el miércoles a Ecuador para un proceso de observación en las prisiones a raíz de la crisis carcelaria que vive el país andino, que se ha traducido en una serie de masacres a lo largo del año con cientos de muertos.