Ahora que se acerca la primavera, estamos en una época del año en la que los pequeños de la casa tienen un poco más de energía, sobre todo por las mañanas, así que debemos adelantarnos a la situación. En esta guía rápida, te contamos todo lo que necesitas saber para convertir tu vida familiar en un remanso de paz, para que puedas sentarte tranquilamente en el sofá cuando te apetezca.
Da rienda suelta a la creatividad
Encontrar una actividad compartida que podáis hacer juntos te ayudará a vivir al ritmo que tú marques. Los niños están llenos de vida, y eso es algo que nos encanta, pero es necesario canalizar toda su energía para disfrutar más del presente. Hacer manualidades en familia y que tus hijos centren su energía en la actividad es un buen planteamiento, ya que te permite marcar el tono para un ritmo de vida más lento.
Piénsalo durante un momento e imagínate dibujando con tus hijos, pintando en equipo y mostrando vuestras creaciones a vuestros familiares y amigos. Lo bueno de ocupar así el tiempo libre es que evita el uso de pantallas y potencia la imaginación de los pequeños.
Convierte las tareas del hogar en un deporte de equipo
Si consigues que tus hijos disfruten ordenando su habitación y destinen una parte de su energía a una buena causa, habrás triunfado. La idea aquí es hacerles ver que en casa se vive mejor cuando todo está limpio y ordenado. Explícales que si limpian la habitación de trastos, tendrán mucho más espacio para jugar.
Cuando hayan entendido que ordenar la casa es beneficioso para ellos, convierte la actividad en una carrera. Podéis organizar una competición de adultos contra niños y ver quién ordena más cosas en los 10 minutos previos a ir a la cama. De este modo, lo dejarás todo ordenado al final del día.
Cuanto más lo hagáis, más beneficios obtendréis. Con este planteamiento, conseguirás quitarte de encima alguna tarea del hogar al tiempo que tus hijos se divierten y consumen parte de la energía que les sobra.
Usa tablas de recompensas
Cuando los pequeños saben que trabajan por un objetivo (un juguete puede ser un buen incentivo), se muestran mucho más dispuestos a cooperar. Elaborar una tabla de recompensas y colgarla en la nevera para que toda la familia pueda verla sirve para recordaros que es necesario trabajar en equipo para repartir las obligaciones. Cuantas más tareas y obras buenas hagan los niños, más pegatinas podrán enganchar en las tablas.
Si establecéis la recompensa de antemano, podrás usarla como reclamo los días que no se muestren muy colaborativos. Si planeas bien las tareas y aprovechas su inercia, podréis crear un hogar mucho más relajado. Es como dar una nueva vida a la casa con la ayuda de los más pequeños, de modo que sientan que están en el mejor lugar posible.
Aprovecha el poder de la rutina
Prepararse para el colegio o pasar por la ducha antes de cenar son cosas que tus hijos van a hacer miles de veces a lo largo de la vida. Estas rutinas son algo que hay que hacer te guste o no, y es que la vida está llena de pequeñas tareas diarias que se repiten una y otra vez.
No podemos cerrar los ojos y esperar que estas tareas se hagan solas. Tampoco ayuda apretar los dientes y hacer lo posible por soportar el estrés que producen. Existe una tercera opción mucho más práctica: con un poco de planificación, puedes reducir el estrés parental gracias al poder de la rutina.
Si somos conscientes de lo que hay que hacer y de cuándo hay que hacerlo, podemos hacer muchas de estas tareas repetitivas con el piloto automático puesto. En el caso de la preparación para el colegio, por ejemplo, si preparas la ropa y la mochila el día antes, evitarás el estrés que provoca hacerlo todo rápido y a última hora. Además, si los niños desayunan en la mesa y no delante de la televisión, evitarás distracciones que pueden provocar retrasos y los consiguientes nervios. Podríamos ampliar la lista de consejos con otras opciones, pero se trata de conseguir una fórmula que le funcione a tu familia.
Conclusión
Un hogar familiar siempre tendrá su dosis de ruido. Cuando los niveles se disparan, siempre resulta tentador refugiarse en algo que nos aísle. Hay padres que acuden a las redes sociales, otros prefieren encerrarse y ponerse la última serie de Netflix, y otros prefieren relajarse con algún juego de casino online. La clave es recordar que, con un poco de acompañamiento, puedes reducir mucho el ruido en casa.
Con menos ruido, el nivel de estrés se irá reduciendo día a día, lo que te permitirá descansar más y tomar mejores decisiones. Cuanto más te involucres, más fácil te resultará todo.