En muchos matrimonios, la falta de relaciones sexuales se vuelve un tema complicado, sobre todo cuando afecta la conexión emocional y la felicidad de la pareja. Expertos como Ian Kerner, terapeuta sexual, indican que las relaciones sin intimidad sexual se convierten en un problema importante, especialmente en parejas mayores de 40 años, debido a cambios hormonales, de salud y estilo de vida. Sin embargo, se debe tener en cuenta que la frecuencia de las relaciones sexuales es algo subjetivo y depende de las preferencias de cada pareja.
Una relación de pareja se considera “sin sexo” cuando se tienen menos de 9 encuentros sexuales al año, aunque algunos especialistas sostienen que lo importante no es la cantidad, sino la percepción de los cónyuges sobre su vida sexual. Los matrimonios pueden experimentar esta falta de intimidad por diversas razones, como la discrepancia de deseos sexuales entre los miembros, lo que puede generar frustración y un distanciamiento emocional.
Otro factor clave que afecta la vida sexual es la comparación, ya sea con otras parejas o con la etapa inicial de la relación. Sin embargo, la clave para mejorar la intimidad radica en centrarse en la calidad, más que en la cantidad de las relaciones. En lugar de preocuparse por la frecuencia, es fundamental disfrutar del tiempo juntos de manera profunda y significativa.
Además, existen factores externos como la salud, el estrés, el cansancio, el aumento de peso y los resentimientos que pueden afectar negativamente la libido y la intimidad en la relación. Enfermedades, medicamentos, fatiga o problemas emocionales pueden dificultar el deseo sexual. Para superar estos obstáculos, es importante buscar ayuda médica o profesional cuando sea necesario, así como trabajar en la comunicación y el bienestar emocional de la pareja.
Al final, recuperar la intimidad en un matrimonio depende de la disposición de ambos para abordar estos problemas y mejorar la relación, tanto en el ámbito emocional como físico.