El final del mundo o de la humanidad es un misterio que ha conllevado a grandes mentes a buscar respuestas. El teólogo y físico Isaac Newton no podía ser la excepción y dejó una predicción, que de ser precisa como la teoría de la gravedad estaríamos en graves problemas.
En 1704, el alquimista inglés, escribió una carta junto a cálculos matemáticos donde se arriesga a señalar cuando ocurrirá el apocalipsis. Bajo su creencia extremadamente religiosa, el inventor acotó que el fin será en 1260 años después de la fundación del Sacro Imperio Romano Germánico.
“Puede que termine más tarde, pero no veo ninguna razón para que termine antes”, escribió Newton a principios del siglo XVIII sobre sus cálculos del fin del mundo; los datos fueron recopilados por Daily Telegraph después de una entrevista con productores del documental Newton: el hereje oscuro.
Para sacar su conclusión, Newton evaluó versículos bíblicos del Libro de Daniel y el Apocalipsis. Es que él prodigio apuntó que los textos religiosos escondían una sabiduría importante para la humanidad.
“Newton estaba convencido de que Cristo regresaría en torno a esa fecha y establecería un reino global de paz”, escribió en 2003 Stephen D. Snobelen, ahora profesor de Historia de la Ciencia y la Tecnología en la Universidad King’s College de Halifax.
En otras palabras, Isaac Newton estima que en el 2060 la humanidad verá a su creador y ocurrirá un proceso donde los justos se salven de ser condenado. Aunque este tipo de pronósticos termina por fracasar, no cabe duda que el humano puede ver su desenlace si no cambia su economía de consumo.
