A veces lo que uno planifica, no sale de la mejor manera. En Reino Unido, un joven de 19 años se hizo una prueba de ADN con la finalidad de divertirse, pero al ver los resultados descubrió sin querer una verdad que le habían ocultado hace varios años. De acuerdo con el periódico The Mirror, el chico había comentado que destruyó a toda su familia.
El adolescente obtuvo una prueba de ADN por 80 euros, alrededor de 86 dólares norteamericanos, y se enteró de un secreto familiar que le cambió la vida por completo. Según el medio citado, el joven compartió la cifra de compatibilidad que tenía con su padre.
Asimismo, señaló que era algo imposible de creer porque “también compartimos un haplogrupo paterno y nos parecemos mucho, así que definitivamente era mi padre”. aseguró.
El chico no daba crédito a lo que se acabó de enterar, puesto que tenía sus dudas con la veracidad de los datos. Sin embargo, existía otra coincidencia que afirmaba que la información era real. Según el joven afirmó que compartía el 24,6% con su prima, que realmente es su media hermana, puesto que los primos solo concuerdan con alrededor del 12%.
Por otro lado, el joven agregó que su mundo se venía abajo con el descubrimiento y la única verdad era que su tío era en realidad su padre biológico.
Posteriormente, al chico le invadió una sensación de ira y terminó por encarar a su mamá y a su tío para que le dieran respuestas a sus inquietudes; pero su progenitora había negado por completo haberle sido infiel a su supuesto papá.
Siguiendo la misma línea, el adolescente presentó sus pruebas que avalaban que lo que decía su madre, era mentira “Le conté todo: la prueba, los porcentajes, las coincidencias de ADN, ¡todo! Mi mamá cayó al suelo llorando, rogándome que no le dijera a papá”. Luego de eso, llamó a su media hermana para informarle de la situación.
Posteriormente, quien decía ser su padre había llegado a casa y el chico no tuvo más remedio de revelarle la verdad.
Asimismo, el muchacho señaló que “durante las próximas horas, escuché a toda mi familia desmoronarse frente a mi puerta. Mis padres tuvieron una acalorada discusión y mis abuelos se apresuraron a ver qué estaba pasando”, y que al final hubo contacto físico entre su padre y su tío.
Finalmente, concluyó que sintió por dos sensaciones. Primero, el joven sintió culpa por como se dieron las cosas, pero que siente un alivio por saber la verdad.