Un salmón importado de Europa es el principal sospechoso del nuevo brote de COVID-19, China. Las repercusiones de la situación ya se están haciendo sentir en Chile, el segundo exportador de salmón del mundo. Hasta este miércoles se han confirmado 106 nuevos casos por lo que se han obligado a imponer nuevas restricciones en la capital.
Los casos podrían ser más pues en el mercado Xinfadi donde se detectó el primer caso de este rebrote es un sitio muy frecuentado por lo que es razonable lo que ha hecho el gobierno chino: test masivos, cuarentenas y más de 100.000 rastreadores para evitar que este foco se convierta en un grave problema como sucedió a inicios del año con el mercado de mariscos en Wuhan.
Todo el personal del mercado (112 hectáreas) que son como 1.500 empleados y más de 4.000 titulares en puestos de venta y las personas que lo visitaron fueron puestos en cuarentena y deberán hacerse pruebas de coronavirus.
¿El virus estaba en una tabla de cortar pescado?
El origen del nuevo brote no está claro por el momento, pero lo que se conoce es que el virus fue encontrado en una tabla de cortar pescado empleada por un vendedor de salmón importado.
El epidemiólogo Yan Peng aseguró a la cadena CCTV que, según una investigación preliminar, «la secuencia del genoma muestra que el virus fue importado desde Europa«, pero puntualizó que «los científicos necesitan tiempo para esclarecer cómo empezó la cadena de infecciones».
Según el experto, «una posibilidad es que el virus provenga del salmón congelado y que las bajas temperaturas hayan preservado el patógeno durante el transporte«.
China importa cerca de 80.000 toneladas de salmón congelado cada año, principalmente de Chile, Noruega, las Islas Feroe, Australia y Canadá, según los medios locales.