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Progresistas buscan la cohesión política de Latinoamérica

Pepe Mujica y Alberto Fernández se unieron al encuentro latinoamericano del Grupo de Puebla, en Buenos Aires, marcado por la liberación de Lula.

“Lula libre” fue la consigna que se repitió en la primera jornada del encuentro del Grupo de Puebla, que se lleva a cabo este fin de semana en Buenos Aires, Argentina.El exmandatario de Uruguay Pepe Mujica junto al presidente electo de Argentina encabezaron en la capital sudamericana la cena de bienvenida, en la que también participaron los expresidentes de Brasil, Colombia, Paraguay y Panamá, Dilma Rousseff, Ernesto Samper, Fernando Lugo y Martín Torrejón, respectivamente.

 

En la cena de bienvenida, celebrada en el Café Las Palabras, Mujica hizo un llamado de unidad y búsqueda de la felicidad, como ejes principales de gobierno. “En los últimos años, nos han transformado la política en un recetario de medidas económicas que son importantísimas, pero nunca vi que la gente esté feliz solo por su economía”, enfatizó el uruguayo, destacando que “no hay que pensar solo en el desarrollo, ni el crecimiento, hay que entrar a pensar en la felicidad humana, que no se lucra por decreto, pero tiene que ver con el tiempo humano gastado en el cultivo de los afectos”.

Alberto Fernández, por su parte, apuntó a la lucha contra la desigualdad en la región, mencionando que “teníamos razón cuando pedíamos más igualdad en Chile, teníamos razón cuando decíamos que en Argentina había procesos de endeudamiento y de decadencia que terminó como terminó”.
“Teníamos razón. Y lo que nosotros nunca debemos claudicar es en nuestros principios en nuestras conductas, en nuestras convicciones, y en las personas que tenemos como gente del progresismo”, insistió el presidente electo, quien asumirá el próximo 10 de diciembre.
En el encuentro de carácter privado, también participó la exmandataria de Brasil, Dilma Rousseff, quien reiteró la inocencia de su predecesor, Luiz Inácio Lula da Silva, luego que este viernes recuperara su libertad por orden de la justicia brasileña al declararse inconstitucional las razones que lo mantenían en prisión, por encontrarse vigentes recursos y apelaciones en tribunales superiores.

Por su parte, el excandidato chileno y uno de los principales promotores del encuentro, Marco Enríquez Ominami, aseguró que Lula fue, es y será un elemento unificador en la región. “La política exterior se basa en lo que Lula ha inspirado en muchos. Tras su liberación Brasil sale reforzado aunque queda mucho por hacer”. Asimismo, puntualizó que esto “sólo es un paso” refiriéndose a los procesos que se llevan a cabo contra Rafael Correa, Cristina Fernández de Kichner o de la situación de Gabriela Rivadeneira en Ecuador. Y aunque mostró su preocupación por ellos, consideró que éste es “el reflejo de lo que viven nuestros pueblos”. Y es que sí enfatizó sobre la necesidad de la región en cohesionarse y dejar de caminar unilateralmente como lo hacen, hoy por hoy, Argentina y Chile, dirigidos por Macri y Piñera. “Hay que llegar más lejos con ejemplos como Alberto Fernández o Rafael Correa”, apuntó Ominami. Para finalizar, el chileno puso su énfasis en denunciar “la injusticia” que se está llevando en contra de Evo Morales en Bolivia. De nuevo “vemos cómo la derecha reaccionaria está usando la violencia para cambiar el resultado de la democracia”.  Y envió un mensaje a toda la comunidad política boliviana al tiempo que respaldó a Evo Morales. Asimismo, le recordó a Alberto Fernández que «tiene la antorcha del progresismo en Latinoamérica.

Por su parte Enesto Samper, expresidente colombiano, también dijo que la situación de Lula es «esperanzadora para cientos de personas que están en una situación similar en Brasil». En cuanto a la situación que vive Bolivia, mostró su preocupación y la del Grupo de Puebla que se vive en La Paz, pues «hay que evitar volver a épocas pasadas» de dictaduras y los mandatos militares. Por ello, precisó que enviará una misión al país andino.

Samper criticó los tratados de libre comercio, haciendo referencia al de TMEC, pues dice que siempre América Latina sigue perdiendo por lo que hay que integrarse políticamente para fortalecer el desarrollo social. Para finalizar su intervención en la ceremonia inaugural, hizo hincapié en que «hay que hablar más de lo que nos une que de lo que nos separa».

La exmandataria carioca recordó que la izquierda latinoamericana empezó a luchar contra la desigualdad también creando instituciones como el Mercosur, Unasur y la Celac. «Esto fue un gran avance contra la ascensión del neoliberalismo financiero que concentra la agenda en el 1% de las sociedades y que convierte a los trabajadores en pobres y destruyen las clases medias así como a las pequeñas y medianas empresas». Y continuó, «nosotros creemos en un desarrollo sustentable que defienda la naturaleza y la inclusión». Además se dijo feliz porque Lula libre pueda construir de nuevo un camino al cambio, la elección de Alberto Fernández y porque el pueblo chileno se ha puesto de pie. La brasileña también hizo mención a la gestión de Andrés Manuel López Obrador en México.

La participación de Lula da Silva, a través de un video grabado el mismo día de su liberación,  fue muy significativa: «Queridos compañeros que están hoy en Buenos Aires para el Encuentro de Puebla, quiero primero felicitar al compañero Alberto Fernández por la elección a presidente. Felicitar a la compañera Cristina Kirchner, gran compañera con la que tuve el honor de vivir momentos maravillosos durante la presidencia de nuestros países. Felicitar a la compañera Dilma Rousseff que se que está presente, mi gran compañera. Quiero felicitar a mi ministro Celso Amorim, figura de vanguardia en la política de integración latinoamericana. Quiero felicitar también a mi compañero Aloizio Mercadante, dar un abrazo a todos los compañeros de todos los países que participan del Grupo de Puebla y todas las personalidades.

Yo les quería decir a ustedes que finalmente estoy libre, que estoy con mucho deseo de luchar. Tengo un objetivo en la vida de constituir una integración regional latinoamericana muy fuerte. Aún continúo con el sueño de construir nuestra gran Latinoamérica. Aún creo que es posible mejorar la vida de los pueblos de Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay… solo si la gente tiene respeto por los pobres, le da trabajo, distribución de la renta… creo que Fernández puede hacer eso en la Argentina y puede servir de ejemplo para otros países.

Estoy feliz con la elección de Evo, a pesar de la canallada que están haciendo con él en Bolivia. Y quería decirles a ustedes que estoy en la lucha. Estoy con mucha disposición de recorrer Brasil, con muchas ganas de viajar por América Latina. Y estoy con mucha disposición de combatir el lado podrido del Poder Judicial, el lado podrido de la policía federal, el lado podrido de la del Ministerio Público, el lado podrido de la empresa brasileña. Estoy convencido que es importante que tengamos coraje y enfrentarlos, porque la elite latinoamericana, es una elite muy conservadora y no acepta la idea de un pueblo pobre, subido a la escalera de las conquistas sociales.

Yo entiendo que nosotros probamos que es posible. Kirchner, Cristina, Lula, Evo Morales, Pepe Mujica, Tabaré, Chávez. Nosotros probamos que es posible. Entonces, le agradezco a Fernández haber ganado la elección. Fue como si yo hubiese ganado aquí en Brasil. Tal fue la alegría que tuve, tanto el cariño que le tengo al pueblo argentino. No vamos a quedarnos discutiendo si Pelé es mejor que Maradona, o Maradona mejor que Pelé. Maradona es Maradona y Pelé es Pelé y se acabó. A ustedes les gusta Maradona, a nosotros nos gusta Pelé. A mi me gusta Maradona y quiero que ustedes les guste Pelé.

Un gran abrazo, y suerte para el encuentro del Grupo de Puebla. ¡Gracias!».

Al encuentro del Grupo de Puebla también se sumaron los expresidentes de Colombia, Paraguay y Panamá, Ernesto Samper, Fernando Lugo y Martín Torrijos, respectivamente.

 

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