Mucho se ha dicho sobre la supuesta enemistad que existe entre Kate Middleton y Meghan Markle, ambas esposas de los hijos de la princesa Diana: el príncipe William y el príncipe Harry.
Lo más reciente que se divulgó es que la relación entre los duques de Cambridge con Meghan y el príncipe Harry estaban tan deterioradas, que estos últimos preferían mudarse del Palacio de Kensington y comenzar una nueva vida separados una familia de la otra.
Pero Kate Middleton se encargó de calmar las aguas de la relación familiar durante un evento en Leicester, donde fue consultada sobre qué sentía ante la llegada del hijo de Meghan Markle y que si esperaba con ansias su llegada. Respondió: “Absolutamente”.
Y lo dijo con mucho énfasis, tratando de enterrar los rumores de la mala relación con Meghan y el príncipe Harry.
Sin embargo, siguen los rumores de que Kate Middleton no aguanta a Meghan Markle.
A pesar de estas declaraciones tan dulces sobre el embarazo de Meghan, los señalamientos de que su relación es insostenible no terminan de aparecer.
La prensa especializada sospecha de que esta aparición de Kate sonriente es solo una estrategia para reforzar su imagen ante la opinión pública y callar cualquier tipo de comentario negativo ante Meghan, que ha ganado una masiva popularidad desde su matrimonio con el príncipe Harry en mayo de 2018.
Mientras tanto, los duques de Sussex siguen con los planes de mudarse del Palacio de Kensington a una casa de campo más pequeña y sencilla en Frogmore Cottage, en los jardines del castillo de Windsor.
Con información de Nueva Mujer