La reina Isabel II de Inglaterra condenó este martes el atentado contra un concierto de Ariana Grande en Manchester que dejó 22 muertos y 59 heridos, entre ellos niños, describiéndolo como un «acto de barbarie».
«Toda la nación está consternada por las muertes y heridas de tanta gente, adultos y niños, que estaban simplemente disfrutando de un concierto», dijo la soberana en un comunicado, expresando su «admiración por el modo en que la gente de Manchester ha respondido, con humanidad y compasión, a este acto de barbarie».
Según la primera ministra Theresa May, el autor del atentado suicida buscó provocar la mayor matanza posible.
La policía practicó la primera detención en relación al caso, la de un hombre de 23 años en el sur de Manchester.