La Ruta de la Fe en la provincia del Guayas es rica por la belleza arquitectónica de sus iglesias, por sus historias de milagros y de leyendas, alrededor de las cuales se han desarrollado los pueblos, pero sobre todo por la fe y la devoción de sus habitantes.
La Dirección de Turismo del Gobierno Provincial del Guayas (DIPTUR), a través de su programa ‘Pasos y Huellas 2017’, durante los días 12 y 13 de abril, permitirá que la ciudadanía y los turistas nacionales y extranjeros puedan realizar turismo religioso con motivo de Semana Santa.
Mediante un plan organizado y coordinado con la Iglesia, así como con socios estratégicos del sector público y privado, se podrá recorrer distintas iglesias y lugares de interés turístico y cultural, mediante un tour con guías especializados como una alternativa durante la Semana Mayor.
Guayas es la única provincia del país en contar con dos Catedrales: la Metropolitana San José Apóstol de Guayaquil y San Jacinto de Yaguachi.
Además, sus templos guardan muchas historias y mitos que, con el paso de los años, se han convertido en parte de la cotidianidad de sus pueblos.
La fe mueve montañas y durante la Semana Santa el programa ‘Pasos y Huellas 2017’ permitirá a los guayasenses y a los turistas católicos reafirmar su fe.
A través de este producto turístico religioso los invitamos a recorrer la historia de los templos de la Ruta de la Fe.
Catedral Metropolitana San Pedro Apóstol
Dirección: Chimborazo entre Clemente Ballén y 10 de Agosto (Guayaquil)
En 1695, la Iglesia Matriz se trasladó a la Ciudad Nueva en los terrenos donde se levanta la Catedral Metropolitana San Pedro Apóstol de Guayaquil. La iglesia se salvó de los saqueos piratas y los incendios, pero no escapó del paso del tiempo. La edificación de madera fue reconstruida en 1 822 por monseñor Francisco Xavier de Garaicoa y Llaguno, primer Obispo de Guayaquil. Fue elevada a la categoría de Catedral el 14 de septiembre de 1838, cuando el papa Gregorio XVI creó la Diócesis de Guayaquil. En 1870 se introdujo el reloj y se rediseñaron las torres. Originalmente la Catedral fue construida junto a la Casa del Cabildo y la Plaza de Armas, el actual Parque Seminario. En la Catedral, de estilo arquitectónico neogótico, el altar del Perpetuo Socorro fue construido en mármol de Carrara por el artista italiano Enrico Pacciani.
Santuario Nacional de Narcisa de Jesús
Dirección: Tomás Martínez y Eloy Alfaro (Nobol)
Cuatro años después de iniciada su construcción, el Santuario Diocesano de Narcisa de Jesús Martillo Morán fue inaugurado el 22 de agosto de 1998 a orillas del río Daule. Su Beatificación, en 1992, llevó a que se construyera el lugar con la limosna de los devotos. Luego de permanecer en Lima por 86 años, su cuerpo incorrupto fue traído a Guayaquil el 30 de Abril de 1955, para reposar en las iglesias del Santísimo Sacramento (15 días) y San José (17 años), hasta que el 6 de diciembre de 1972, en secreto y víspera de cumplir 103 años de fallecida, fueron llevados hasta su pueblo natal donde le construyeron una cripta. El Papa Benedicto XVI proclamó su Canonización el 12 de Octubre de 2008 en Roma. El 23 de octubre de 2009 la Conferencia Episcopal Ecuatoriana elevó el templo a categoría de Santuario Nacional.
Santuario del Señor de los Milagros
Dirección: Simón Bolívar y Francisco de Marcos (Daule)
La construcción del Santuario del Señor de los Milagros, o Cristo Negro, data de 1650 por el español Isidro de Vienza y Mora, propietario de zonas agrícolas en Daule y Balzar, en agradecimiento a un milagro. Él sufría de ceguera y accidentalmente se encontró, en la ribera del río Daule, con la imagen del Cristo Negro y que al tocarla recobró la visión. En retribución liberó a los esclavos de sus predios y construyó la capilla con la imagen tallada en madera. Una leyenda cuenta que en 1648, pese a ser prohibido, un esclavo negro entró a la capilla de la entonces Villa de Santa Clara para orar y tocó la imagen del Señor de los Milagros. El Sacristán lo sorprendió y lo azotó en la plaza pública. Al día siguiente, la imagen del Cristo, que era blanca, fue encontrada teñida del color del esclavo, lo cual fue interpretado como un rechazo a dicha injusticia.
Monasterio de las Hermanas Santa Clara
Dirección: San Francisco y 10 de Febrero (Daule)
Al ingreso de Daule por la vía desde Guayaquil, sector de La Yolita, este monasterio de vida contemplativa se inició con una modesta edificación de caña y madera construida por Hogar de Cristo. 28 años después es hoy un inmueble de hormigón que cuenta con una casa para retiros espirituales, capilla y otras instalaciones rodeadas de jardines. Las Clarisas de Daule, que se mantienen en claustro, se dedican al sacrificio y a la oración. Tienen el don del trabajo para poder subsistir. Por ello, elaboran y venden colada morada, pan de pascua, hostias que abastecen a las parroquias de la Arquidiócesis de Guayaquil y la Vicaría de Santa Elena; y bordan vestiduras litúrgicas. Para la misa campal que ofreció el Papa Francisco en el Parque Samanes, el lunes 6 de julio del 2015, se utilizaron 250 000 hostias elaboradas por las Clarisas de Daule.
Catedral de San Jacinto de Yaguachi
Dirección: Lorenzo de Garaycoa y 21 de Julio (Yaguachi)
El primer templo de madera, en honor al santo polaco San Jacinto de Cracovia, levantado por el párroco Nicanor Espinoza con ayuda de los ciudadanos, fue inaugurado el 14 de julio de 1844. Luego se lo remplazó por otro en 1901 hasta que en octubre de 1942, con la llegada del padre Manuel Paz Ruiz, empezó la construcción de la iglesia de hormigón concluida en 1956. El 7 de agosto de 1977 fue elevado a Santuario Arquidiocesano. El 18 de junio de 1980 fue declarado Basílica Menor por el Papa Juan Pablo II, y, el 4 de noviembre de 2009 el Papa Benedicto XVI la elevó a la dignidad de Catedral. Cuenta la leyenda que, a mediados del siglo XVI, la imagen del santo polaco apareció en un cuadro colgada de un frondoso árbol de pechiche, la misma que fue llevada junto al párroco en procesión hasta la capilla.
Santuario del Divino Niño
Dirección: Roberto Gilbert y Manuela Cañizares, ciudadela Pedro Menéndez (Durán)
La fama milagrosa del Divino Niño, que honra la santa infancia de Jesús, llegó desde Colombia en los años ochenta. La devoción la inició María Inés de Villacís, en la ciudadela Pedro Menéndez (Durán), gracias a una estampita que le trajo una amiga desde Bogotá. Tiempo después encargó una imagen que la llevó al mismo lugar donde hoy se levanta el Santuario. Allí se realizaba una minga para adecuar la iglesia San José y pidió al párroco Héctor Álvarez que le dejara un altar para el Divino Niño, quien aceptó. Luego donó una imagen a los comerciantes de la bahía de Huayna Capac, quienes volcaron su fe en este pequeño Jesús de Belén que fue lo único que se salvó después de un voraz incendio, el 5 de diciembre de 1997. Antes, en 1996 se puso la primera piedra para la construcción del Santuario, inaugurado el 26 de julio de 1998. Desde 1995 se realiza una masiva procesión como acto de fe y devoción.