Nelson Muntz, en «Los Simpsons», dijo alguna vez que su padre lo abandonó al irse a comprar cigarrillos. Puede sonar cruelmente gracioso, pero eso suele pasar con muchas familias. Muchos dejan sus casas como si nada y su familia se derrumba por encontrarlos o por su partida.
Pero lo que hizo un hombre en Indianápolis, Estados Unidos, parece ganarse la medalla de oro al descaro. Vivía solo a mil millas de su antigua familia. Se desapareció por 23 años. Y ya tenía otra familia. Además, robó la identidad de un pescador muerto al buscar en la página Ancestry.com.
Y solamente le dijo a su alterada esposa que se iba a urgencias. Nunca tomó un vuelo, aunque se encontró su auto en el aeropuerto. Este se casó en 1995, de nuevo. Tuvo otro hijo con otra.
Lo que hizo después de escapar
Borró sus pistas, sus huellas, todo. Fue arrestado en julio en Florida, a sus 63 años. Dejó en otro estado a su esposa Linda y sus dos hijos, Matthew y Douglas. No se le volvió a ver desde febrero desde 1993. Fue declarado legalmente muerto y su mujer se casó en 2003.
Pero todo se descubrió. Ella recibió la llamada que le informó que su antiguo marido ni estaba muerto y que fue arrestado por usurpar la identidad de otra persona. Fue arrestado en Pasco, Florida. De hecho, él se hizo pasar por Terry Jude Symansky, pescador que murió en un accidente, en 1991. Vivía en Zephyrhills, donde obtuvo una licencia de piloto.
Fue descubierto cuando uno de los sobrinos del pescador halló un registro matrimonial. Ahí decía que su tío se casó en 1995, cuatro años después de su muerte. Y como si fuera poco, su tercera esposa halló un portafolio en su hogar donde estaban los papeles de su antigua identidad. Todo luego de que la Policía le informara que estaba arrestado.
La segunda esposa lo buscó en todos los hospitales, pero no lo encontró. El hombre ya había cobrado su seguro de trabajo y ni se llevó sus ropas ni su pasaporte. Linda perdió la esperanza y se casó. Fue interrogada por la Policía. Lo extraño es que enviaba dinero y cartas a sus hijos. Solo robó la identidad de otro, rentó un apartamento. Obtuvo certificados de nacimiento, licencia de conducción en diferentes estados y comenzó otra vida.
Por otro lado, las autoridades solo lo tachan de cobarde. «Es una persona que ha vivido su vida destruyendo la de otros», afirmó el Sheriff Chris Nocco. Él solamente explicó que no quería divorciarse. Solo huir, reportó el portal «The Tampa Bay Times».