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El comisionado residente en Washington, Pedro R. Pierluisi, informó hoy que luego del fuego ocurrido anoche en la planta generatriz de Aguirre, contactó a la Agencia para el Manejo de Emergencia del Departamento de Seguridad Interna de Estados Unidos (FEMA), así como al Departamento de Energía federal (USDOE), para solicitar que se le provea a Puerto Rico «toda la asistencia necesaria y apropiada», incluyendo agua embotellada, comida y generadores eléctricos.
«Es importante resaltar que existen amplios precedentes para que el gobierno federal emita una declaración formal de emergencia o de desastre a base de la situación creada por el apagón generalizado en toda la isla, y para liberar fondos federales de emergencia que ayuden al gobierno estatal a atender adecuadamente el problema», apuntó Pierluisi en declaraciones escritas.
«Por ejemplo, eso fue exactamente lo que ocurrió luego de los apagones en la ciudad de Nueva York, en Ohio, y en Michigan en el 2003. Es indispensable que el gobernador de Puerto Rico y su equipo contacten a FEMA y al USDOE lo antes posible, ya que esa ayuda no puede ser provista por las agencias federales hasta tanto sea solicitada por el gobierno estatal. Mi oficina se mantendrá monitoreando la situación, a la vez que mantiene la comunicación con la agencias federales pertinentes», aseguró el comisionado residente.
Por su parte, la portavoz de la delegación del Partido Nuevo Progresista (PNP) en la Cámara de Representantes Jenniffer González Colón, solicitó al presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, que utilice el poder ejecutivo de su puesto para declarar a Puerto Rico zona de emergencia ante el colapso del sistema eléctrico de la isla.
“A nombre de los 3.4 millones de ciudadanos americanos que residen en Puerto Rico, le solicité al presidente que declare a Puerto Rico zona de emergencia, lo que faculta al gobierno federal a utilizar sus recursos para estabilizar el sistema eléctrico de la isla y así garantizar el servicio a la ciudadanía”, indicó González Colón.
“La interrupción de los servicios no solo afecta la banca y el comercio, sino que también afecta las escuelas, los hospitales, los centros de cuidado de envejecientes y los centros de diálisis. De no estabilizarse el sistema eléctrico, pondría en riesgo la vida de miles de personas que dependen del servicio para su sobrevivencia”, puntualizó.
La pasada presidenta de la Cámara de Representantes estableció que la petición de declaración de emergencia no es una petición de trato especial para Puerto Rico, sino que las acciones que el gobierno federal tome para estabilizar el sistema eléctrico y garantizar la prestación de servicios esenciales, son las mismas acciones que tomaría el presidente para cualquier parte de la nación que estuviera bajo las misas circunstancias.
