¿Cómo atrapar a «Pikachu» en «Pokémon Go» sin tanto esfuerzo?
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Un joven de 20 años de edad murió por impacto de bala este fin de semana mientras jugaba la popular aplicación «Pokémon Go».
Los hechos ocurrieron en San Francisco, California, en Estados Unidos. Según la narración de testigos, Calvin Riley se encontraba en el Aquatic Park, una de las zonas turísticas de la ciudad, cuando recibió un impacto de bala por un agresor del que no se conoce su identidad.
«Hasta donde sabemos, no hubo confrontación. No hubo ningún intercambio de palabras. Simplemente fue irracional. Se apareció, le disparó por la espalda y huyó», contó John Kirby, amigo de la familia, a la televisora local «KGO-TV».
El joven, quien también se encontraba en el lugar con Calvin Riley, narró que ambos se dieron cuenta de que alguien los observaba, pero no le prestaron atención por estar mirando sus teléfonos en búsqueda de criaturas Pokémon.
No hubo intento de asalto
El sargento Rober Jansing, integrante de la Policía de Parques de Estados Unidos, informó que el agresor nunca intentó robar a Calvin ni despojarlo de sus pertenencias. Mientras que Lynn Cullivan, vocera del Servicio Nacional de Parques, comentó en conferencia de prensa que se cree hay más testigos de lo ocurrido, pues sucedió en una zona muy concurrida, informó el periódico «The Guardian«.
No se sabe aún sí el hecho de que haya estado jugando Pokémon Go fue factor para el ataque del agresor.
Las polémicas de Pokémon Go
Apenas cumplió un mes de haber sido lanzado y Pokémon Go ya se perfila para ser una de las mejores apps del año. Según estimaciones de la compañía Sensor Tower, en este mes el juego generó más de 200 millones de dólares. Esto, a pesar de que sus jugadores se han visto en situaciones como ser acusados de invasión de propiedad privada y ser víctimas de asaltos.
En algunos casos las autoridades de seguridad tuvieron que intervenir, ya sea emitiendo avisos y consejos de cómo jugarlo de manera segura, hasta realizando operativos en contra de los jugadores, como sucedió en Tabasco, México, donde los «maestros Pokémon» fueron acusados de dañar monumentos y de beber alcohol en vía pública.