Nicolas es artesano, cerrajero y sobre todo apicultor, aunque en este ultimo oficio no es según los demás. Sus más de 4300 seguidores en Facebook y de 700 de Instagram buscan algo qué ningún otro ofrece: maravillosas fotografías donde las plantas de cannabis reciben una visita entrañable, miles de abejas. Aunque más de uno se asustaría de este cultivo, ese es el primordial propósito de este francés de 39 años qué se define según defensor de la marihuana medicinal y de la legalización.
Desde hace un tiempo trabaja con abejas productoras de ‘cannahoney’, según ha decidido llamar a su singular miel cannábica. No obstante, con modestia, dice no haber creado miel, “sino una técnica de entrenamiento con la qué las abejas recogen la resina y la emplean en la colmena”.
