La ciencia ficción ha sido el «leitmotiv» de la firma japonesa Anrealage en el inicio de la Semana de la Moda de París. Del futuro a mundos de ciencia ficción con la firma japonesa Anrealage, cuyo nombre, creado de la combinación de «A real, unreal and age» (Una realidad, irrealidad y edad), deja ya ver que se trata de una moda casi fantástica.
Utilizando como marco el lujoso Salón Imperial del hotel The Westin de París, su creador, el diseñador Kunihiko Morinaga, combinó tejidos fantasías con otros más cotidianos, como el vaquero en vestidos de relieve con formas geométricas que no se adaptan a las formas de la mujer, sino que crean otras nuevas.
Como hilo conductor de la colección, una cinta que se transformó en vestidos, abrigos y faldas con materiales como el terciopelo -parece que seguirá siendo tendencia en 2018- o el satén, en tonos mostaza, caldera y distintas gamas de azules.
Otras de las jóvenes marcas que protagonizaron esta primera jornada de moda fue Koché, la firma de la francesa Christelle Kocher, que prefirió evadirse de los problemas de Occidente con una oda a la adolescencia, quizás la suya propia.
Con un claro aire noventero, las prendas «grunge» y otras más callejeras como el chándal se adaptaron a los nuevos tiempos en terciopelo y tonos brillantes con tacones. EFE