La belleza se ha convertido en la necesidad comercial de la industria del séptimo arte (cine). Por supuesto, los grandes estudios saben de mantener este eje para llamar la atención del público y así ver reflejado en las ganancias, uno de estos casos fue “Gambito de Dama”.
La mini-serie más vista, según Netflix, dentro de la plataforma de streaming ha sido acusada de «prettywashing». La aclamada producción tiene como protagonista a la promesa de Hollywood, Anya Taylor-Joy.
De acuerdo con el diario El País, el personaje del libro de Walter Tevis (Beth Harmon) es descrito como la niña más fea de la historia por Jolene, compañera de orfanato. Por su parte, en la serie difícilmente sus actrices (Taylor Joy e Isla Johnston) llegan a verse como un “retrato” feo.
Aunque este detalle pasó desapercibido por los espectadores, no fue el caso de Sarah Miller. Ella catalogó en su texto de The New Yorker como “The Fatal Flaw of The Queen’s Gambit” (El defecto fatal de Gambito de Dama).
Este factor cambiaría varias percepciones sobre Harmon. En el libro no la adoptaban por ser fea y su único momento de felicidad era cuando jugaba ajedrez en el sótano de este lugar.
Este no es el primer caso dentro de Hollywood que existe acusaciones de “prettywashing”. Uno de los más sonados fue en la saga Harry Potter, donde originalmente Hermione Granger era descrita como poco agraciada.
Por supuesto, que la culpa no la tiene Anya Taylor -tuvo una excelente interpretación- sino los creativos de la serie. La actriz por su parte, dijo en una reciente entrevista con The Sun, que no se considera bella, sino todo lo contrario.