Ahora Gay Talese lo ha contado todo en un artículo brillante del New Yorker en el marco de sus “crónicas americanas”, y el relato es de película. Tanto que de este mirón va a ir su nuevo libro y una nueva película producida por Spielberg.
Talese explica cómo este empresario, llamado Gerald Foos, instaló mirillas secretas en el techo de las 21 habitaciones de su motel para poder ver lo que sucedía dentro de las mismas desde la planta del ático, obviamente cerrada a clientes.
Gerald contaba con el beneplácito de su esposa, quien le ayudó a realizar todas esas observaciones y nunca se mostró escandalizada. Fuente: Cribeo.com