Fueron rescatados en alta mar pero continúan varados en el Mediterráneo porque ahora ningún país los quiere recibir.
629 inmigrantes que fueron rescatados el sábado frente a Libia por el barco de una ONG continúan sin poder tocar tierra firme después de que el nuevo vice primer ministro y ministro del Interior de Italia, Matteo Salvini, les prohibiera este domingo desembarcar en sus puertos.
Salvini optó en cambio por pedir oficialmente a Malta —un pequeño país insular al sur de Italia— que reciba a la embarcación Aquarius y "asuma sus responsabilidades".
"El Mediterráneo es el mar de todos los países con salida a él y ni se puede imaginar que Italia continúe afrontando este fenómeno gigantesco sola", expuso Salvini en un comunicado junto al ministro de Infraestructuras italiano, Danilo Toninelli.
"Por ello, pedimos al Gobierno de La Valeta [capital de Malta] que acoja al Aquarius para un primer auxilio a los inmigrantes de a bordo".
El Ministerio de Interior de Malta, sin embargo, rechazó la petición al considerar que el barco de la ONG francesa Sos Méditerranée realizó el rescate en una zona que no es de su competencia.
"El rescate se realizó en la Zona Libia de Búsqueda y Rescate y fue coordinado por el Centro de Coordinación de Rescate de Roma, así que Malta no es la autoridad que ejerce jurisdicción sobre el caso", comunicó en una nota.