Con el lanzamiento del iPhone 17 previsto para septiembre de 2025, los precios de todos sus modelos podrían dispararse. Aunque Apple aún no ha confirmado cifras oficiales, el nuevo iPhone podría llegar a costar más de 2,500 dólares.
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Esta medida no solo incrementaría los costos de venta en países como Ecuador, sino también los de producción, ya que la tarifa arancelaria para productos fabricados en China ha subido del 54% al 120%.
Dado que gran parte de la producción de Apple se realiza en China, el impacto es significativo. Aunque parte del ensamblaje también se lleva a cabo en India y Vietnam, estos países tampoco se libran: sus tarifas arancelarias alcanzan el 26% y el 46%, respectivamente.
Se estima que los valores cambiarán dependiendo de cómo la empresa decida afrontar el impacto económico de los nuevos aranceles.

Inicialmente se pensaba que los dispositivos tecnológicos no serían afectados, pero una nueva disposición del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha cambiado el panorama global.
¿Qué alternativas tiene Apple ante esta situación?
Una opción sería trasladar completamente su línea de producción a Estados Unidos, evitando así los aranceles de importación. Sin embargo, esto implicaría altos costos operativos. La otra posibilidad sería trasladar el incremento directamente al consumidor, con aumentos estimados de hasta un 43% en el precio final de sus productos.
Así quedarían los precios estimados del iPhone 17 en Ecuador:
• iPhone 17: de $799 a $1,142
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• iPhone 17 Air: de $999 a $1,428
• iPhone 17 Pro: de $1,099 a $1,571
• iPhone 17 Pro Max: de $1,199 a $1,714

¿Cómo afecta esto al mercado ecuatoriano?
Los dispositivos Apple ya eran considerados productos de alto costo en Ecuador. Con la nueva tarifa arancelaria del 10%, vigente desde el 5 de abril de 2025, se complica aún más su acceso para el consumidor promedio.
El mercado tecnológico podría verse frenado en su crecimiento, especialmente si otras marcas también se ven obligadas a subir sus precios. La política arancelaria impulsada por Trump podría marcar una nueva era en el comercio de dispositivos tecnológicos en América Latina.
El reciente incremento de los aranceles en Ecuador representa un golpe directo para la tecnología, afectando especialmente a marcas de alto perfil como Apple.