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NASA podría arruinar todo con el programa Artemis: EE.UU. perdería la carrera espacial contra China

El programa Artemis de la NASA que busca mandar astronautas a la Luna podría colapsar por su complejidad. SpaceX está involucrada y China avanza firme.

NASA y Artemis
NASA y Artemis Logos

Más de alguna vez hemos escuchado esta expresión de que “tiempos pasados eran más simples” y para algunas cosas será una falacia, pero hay otros escenarios específicos donde resulta absolutamente cierta. Como por ejemplo el estado actual de la agencia espacial de la NASA y su ambición por regresar a las misiones de exploración a la Luna con el proyecto Artemis.

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En comparación con la simplicidad de las misiones Apolo, este nuevo programa que funge como su relevo espiritual para regresar a nuestro astro circundante y establecer una presencia permanente allí lucía más que factible al principio pero ahora se ha convertido en una odisea espacial plagada de complicaciones.

Esta situación lejos de mejorar se ha venido enredando más y más con el paso del tiempo, acumulando bastantes críticas por parte del sector y llegando a este punto que ha generado un creciente escepticismo sobre la viabilidad del proyecto, tanto dentro como fuera de la agencia espacial estadounidense.

La misiones Artemis con más huecos que una coladera ponen en apuros a la NASA

Los colegas de Xataka han publicado una brillante pieza editorial en donde recuentan y analizan los pormenores generales de la evolución del proyecto Artemis con la NASA, dando un peso justo y objetivo a la complejidad natural de la misión y cada contratiempo contra el que se han topado. Llevando a una necesaria reflexión sobre el punto crítico en el que se encuentra la agencia espacial, en donde incluso podrían perder la carrera espacial ante China.

La misión Artemis III, programada para lanzarse en el mes de septiembre de 2026, tiene como objetivo principal llevar a una tripulación humana y lograr alunizar por primera vez con una mujer a bordo del grupo de expedición. Sin embargo, su perfil, fuera de ese gesto simbólico y potencialmente histórico es de una complejidad extrema que sólo se ha venido enredando más en cada paso dado.

De izquierda a derecha Hansen, Glover, Wiseman y Koch, tripulación de Artemis II NASA TV

Cuatro astronautas serán lanzados en un cohete Space Launch System (SLS) de la NASA, fabricado con colaboración con la gente de Boeing. Luego, orbitarán la Luna en la nave espacial Orion armada por la firma Lockheed Martin antes de acoplarse a una Starship de SpaceX para finalmente descender a la superficie lunar.

En medio de todo eso la Starship necesitará cargarse de combustible y oxidante en la órbita baja terrestre, en un escenario donde no existe un plan de contingencia alterno. O todo ese hilo de interconexiones y movimientos se logra en tiempo y forma sin fallo alguno o la misión Artemis III no llegará a su destino.

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De hecho, si analizamos la secuencia, una parte crucial de todo recaen en SpaceX y como hemos visto la compañía de Elon Musk en los últimos meses ha tenido serios problemas con sus pruebas del Starship sin hacer que explote.

La NASA podría perder su regreso a la Luna contra China

Como bien marca la pieza editorial que nos detonó la inspiración, la arquitectura compleja del programa Artemis, tal como lo conocemos hoy en día, tiene sus raíces más enquistadas en programas espaciales anteriores que en su momento fueron cancelados.

El cohete SLS, por ejemplo, deriva del programa Constellation y, a pesar de reutilizar componentes del transbordador espacial, es una de las partes más costosas del proyecto. La nave Orion, diseñada originalmente para seis tripulantes, también sería más grande y pesada de lo necesario para la misión Artemis III.

Los taikonautas (astronautas de China) Chen Dong, Liu Yang y Cai Xuzhe
Espacio Los taikonautas (astronautas de China) Chen Dong, Liu Yang y Cai Xuzhe

A esto se suma la Starship de SpaceX, una nave espacial gigantesca concebida para transportar cientos de toneladas de carga y tripulación a Marte. Estamos ante un Frankenstein de misión espacial demasiado compleja.

Tanto que China podría terminar avanzando más rápido gracias a su enfoque mucho más simplificado en su propio programa espacial. Con un plan más simple y directo, que involucra dos cohetes CZ-10 y dos naves espaciales.

Si la misión Artemis sigue presentando retrasos y desfases, mientras el país orientas mantiene su ritmo bien podría mandar a la primera mujer en la Luna antes de 2030, adelantándose a la NASA.

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