¿Cuál es el aparato conectado a la red más fácil de hackear en mi hogar? Es tal vez una pregunta que no nos realicemos a menudo. Pero basta con detenerse un poco a analizar la situación para percatarnos de que en realidad en nuestra casa a estas alturas del siglo XXI ya contamos con un montón de aparatos conectados a alguna web: la Smart TV, el smartphone, la PC, la PlayStation 5 y un amplio etcétera.
Hace poco los colegas de Business Insider terminaron publicando un inquietante y extenso artículo en donde abordan las 7 tecnologías modernas con la que los criminales digitales suelen vulnerar los sistemas de dispositivos y productos conectados a la red hoy en día y que podrían representar un peligro para los usuarios inofensivos ajenos a ese mundo.
A partir de ahí los amigos de Computer Hoy publicaron un curioso ensayo que nos ha estimulado a hablar de un peligro que sigue en casi todos los hogares pero que tal vez tengamos ignorado. Se trata de un dispositivo que tal vez podría poner en riesgo la integridad de toda nuestra privacidad, o no.
La impresora: el enemigo silencioso en un hogar conectado que se puede hackear
En la era digital, donde la seguridad informática es una preocupación constante, la triste realidad es que a final de cuentas solemos centrarnos en proteger algunos dispositivos obvios, como nuestra computadora, el smartphone o en el más avanzado de los casos la consola de videojuegos. Pero fuera de ello rara vez nos preocupamos por el smarwatch, la pantalla de TV o la impresora.
De hecho, ahora que dependemos casi sólo de displays digitales y el papel es cada vez menos recurrente este aparato a menudo se pasa por alto pero en realidad puede ser una puerta de entrada para los piratas informáticos.
Aunque parezca inofensiva, una impresora puede ser el dispositivo más fácil de hackear en un hogar. De hecho, según un estudio de LMG Security, publicado hace exactamente un año en 2023, nos revela que en promedio el 70% de las impresoras son vulnerables a ataques.
La cifra tan alta es casi imperdonable, pero hay muchos factores que la propician. Empezando por el hecho de que ya casi nadie imprime, no por lo menos como antes, de modo que es común que los usuarios no procuren las más básicas actualizaciones de seguridad.
A eso se suman otros detalles como que la mayoría de las impresoras conectadas a la red vienen con nombres de usuario y contraseñas por defecto que son fáciles de adivinar. Si no se cambia esta información, los hackers pueden acceder fácilmente a la impresora y a la red a la que está conectada.
El asunto empeora si se trata de impresoras conectadas a la Wi-Fi, ya que la intercepción de la conexión es más sencilla por la ausencia común de protocolos de seguridad en este tipo de conexiones.
Qué se puede robar al hackear una impresora
Al hackear este dispositivo es factible robar datos confidenciales, desde documentos en fila de impresión hasta escaneos o archivos almacenados en la memoria del propio aparato.
Usualmente en cualquier hogar lo que se imprime en papel es información personal, financiera o comercial. Así que puede considerarse como algo delicado, pero no ese no es el único peligro.
Los hackers también puede usarlo como conducto para infectar una red con malware o hasta montar ataques de denegación de servicio (DoS) en los casos más extremos.
De modo que la máxima recomendación e tener actualizado el firmware y no usar la conexión Wi-Fi en la medida de lo posible. Solo por cable.
