Hace casi tres años, Elon Musk mostró al mundo un mono jugando al Pong. Se trataba de la primera demostración pública de Neuralink, un proyecto que persigue crear una interfaz cerebral que ayude a las personas a abordar ciertas discapacidades, pero también a desbloquear el potencial humano del futuro.
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Neuralink, al igual que muchos proyectos del magnate, ha evolucionado a un ritmo más lento del esperado. El empresario prometía hacia finales de 2021 que los ensayos clínicos en humanos de los implantes empezarían en seis meses. Y, aunque no sucedieron en seis meses, el objetivo se ha cumplido, según Musk.
La primera persona con Neuralink
A través de una publicación en X, Musk anunció que Neuralink ha realizado su primer implante humano. No hay demasiados detalles, pero sí se sabe que el paciente “está recuperándose bien” y que “los resultados iniciales muestran una prometedora detección de picos neuronales”.
Este hito para la compañía, fundada por Elon Musk en 2016 y dirigida por Jared Birchall, llega después de la aprobación de la Administración de Fármacos y Alimentos de Estados Unidos (FDA). Cabe señalar que este organismo federal rechazó la primera petición de la empresa, realizada a principios de 2022, pero dio el visto bueno en mayo del año pasado.
En esta primera etapa, la compañía propiedad de Musk deberá evaluar el funcionamiento y la seguridad del implante BCI (Brain-Computer Interface). Este tiene 1024 electrodos que registran la actividad neuronal. Y, dado que el implante requiere de una precisión milimétrica, la compañía cuenta con un robot quirúrgico que se encarga del proceso.
Cabe señalar que Neuralink no es la primera empresa de su tipo en alcanzar la etapa de los ensayos clínicos. Una startup estadounidense llamada Synchron consiguió poner cinco implantes a pacientes en julio de 2022. Los mismos, según la firma, consiguieron comunicarse por correo electrónico, enviar mensajes de texto y otras tareas.