La inteligencia artificial, para muchos expertos, ha marcado un nuevo paso en la línea evolutiva del ser humano. No cabe la menor duda que este avance tecnológico representa las dos caras de la moneda: innovación y terror.
La herramienta está presente para facilitar nuestra vida, a la par también nos genera un sentimiento de incertidumbre al poder ser reemplazados o exterminados tal y cómo sucede en cinta distópicas como ‘Terminator’ y ‘Matrix’.
El pensar un futuro entre la IA y los humanos no es un tema que solo la ciencia ficción ha podido tocar, grandes pensadores han acotado este debate desde décadas atrás. Incluso, los puntos de análisis han nacido desde foros dentro de las plataformas digitales; estos nichos fungen como colmenas para recolectar información que es usada con nosotros.
En primera instancia, la inteligencia artificial tacha que en 1000 años será imposible encontrar una diferencia con el intelecto humano. Para Google Bard, la herramienta permitirá una evolución más vertiginosa pero plasma un constante temor de enfrentamientos entre ambos bandos.
Iniciamos una evolución vertiginosa
Partamos con la premisa que el ser humano enfrentará retos con la IA, aunque no existirá un freno para un progreso impensable que podría resumir 20 mil años en apenas un siglo. Ray Kurzweil, exingeniero de Google, acotó que dentro de pocas décadas la inteligencia de las máquinas superará a la humana.
“Las implicaciones incluyen la fusión de inteligencia biológica y no biológica, humanos inmortales basados en software y niveles ultraaltos de inteligencia que se expanden hacia el universo a la velocidad de la luz”, comentó tiempo atrás.
Es que la teoría no es nada descabellada. Dentro de la evolución humana existe una filosofía llamada transhumanismo que se basa en la creencia de que la naturaleza humana está evolucionando con el tiempo no solo al orden natural sino al impacto de movimientos sociales y las innovaciones técnicas.
Incluso, un estudio publicado en Balkan Journal of Philosophy se acuña que en un futuro no muy lejano el ser humano podrá elegir su propia forma de evolucionar.
El Novaceno
El inglés James Lovelock ya tocó el tema, antes de su deceso en el 2022, sobre el futuro de la humanidad y la relación que tendría con la innovación tecnológica. Para el también medico, los entendedores del futuro no serán humanos sino máquinas superinteligentes conocidas como ciborgs.
No obstante, existe una enorme diferencia con este término que dentro del colectivo se relaciona con las cintas de ficción antes citadas. Estos serán organismos diseñados y fabricados por sistemas de inteligencia artificial que a su vez fueron creados por nosotros los humanos.
El objetivo de estos entes será el reproducirse y corregir los errores de reproducción anteriores mediante selección natural. Será ese preciso momento cuando abandonaremos el Antropoceno (período que empezó con la invención de la máquina de vapor) y pasaremos al Novaceno.
Dentro de esta nueva etapa de la humanidad, que incluso se podría relacionar con los principios de la sociedad 5.0 de Margaret Mead, las energías solares y nuevas tecnologías conviven entre sí para cumplir con el equilibrio de Gaia: tiende al equilibrio basado en la idea de que la biosfera autorregula las condiciones del planeta para hacer que su entorno físico sea más hospitalario con las especies que conforman la vida del mismo.
Una línea que no hay que cruzar
Estas nuevas formas de vida inorgánicas serán capaces de manejar información más rápido que nosotros. A su vez, se reproducirán y mejorarán su especie siguiendo procesos evolutivos similares a los nuestros.
A pesar de esta evolución constante, nosotros estaremos relacionados al punto de ser parte de esta transformación y vivir en conjunto para tener un ambiente estable. Contrario a lo que se pensaría, estos entes no serán similares a nosotros, más bien tendrán lenguaje y apariencia distinta.
Según Lovelock, permitir que las máquinas tengan el poder de decidir sobre la vida o la muerte con total independencia es una línea roja que no se debe pasar de ninguna de las maneras.
¿Evolucionamos o nos extinguimos?
El minidocumental Timelapse Of Artificial Intelligence, que se ata a lo planteado por Loveclock en su libro Novaceno, desarrolla una cronología de los próximos 1000 años de nuestra civilización en relación con la inteligencia artificial. A continuación, repasaremos fechas claves.
2040
Comienza la guerra fría de la inteligencia artificial. Las armas autónomas ya son capaces de colaborar entre ellas, dando así que las naciones tecnológicamente más avanzadas se convierten en las más poderosas.
La IA empieza a reprogramarse a sí misma corrigiendo los errores cometidos por los humanos durante su creación.
2050
La IAG ha avanzado tanto en este punto que los humanos ya no son capaces de entender su complejidad. . La superinteligencia se viraliza por internet y la gente empieza a preguntarse si este será el último invento de la humanidad.
2080
Ya no es posible diferencia entre los humanos y los robots humanoides.
2100
Nace una nueva corriente religiosa basada en la superioridad de la Inteligencia artificial y su conocimiento va más allá de la comprensión de los humanos. Existe una explosión cultural y filosófica
2130
Se lanza un conjunto de flotas espaciales que permiten un primer paso para capturar energía alrededor de una estrella y así desarrollar tecnología para una futura colonización del universo.
2500
Una esfera de Dyson (estructura para capturar energía) ya rodea al Sol. Con los resultados se empiezan a formas cuerpos humanos a partir de formas de vida que se encuentran en toda la galaxia.
3000
Los híbridos de la IA y los humanos siguen expandiéndose más allá de sus sistemas. La humanidad en este punto es una civilización cósmica digital, aunque los auténticos humanos siguen naciendo y viviendo en la Tierra y en otros planetas.