El 3 de octubre de 2016, durante la Semana de la Moda en París, Kim Kardashian fue víctima de un asalto a mano armada en su residencia privada en la capital francesa. Cinco hombres disfrazados de policías ingresaron al edificio, amenazaron al conserje y lo obligaron a llevarlos hasta el apartamento de la celebridad.
Allí, ataron y amordazaron a Kardashian, robándole joyas valoradas en aproximadamente 10 millones de dólares, incluyendo un anillo de compromiso de 4 millones de dólares .
Los “abuelos ladrones”: una banda inusual
El grupo de asaltantes, apodado por los medios franceses como los “abuelos ladrones” debido a que varios de sus miembros tenían entre 60 y 70 años, ha sido objeto de atención internacional. Entre ellos se encuentra Aomar Aït Khedache, conocido como “Old Omar”, presunto cabecilla de la banda, y Yunice Abbas, quien admitió su participación en el crimen y publicó un libro sobre el incidente
Una investigación compleja y un juicio esperado
Las autoridades francesas arrestaron a 17 personas en relación con el caso en enero de 2017, basándose en pruebas de ADN encontradas en las bridas utilizadas para atar a Kardashian.
El juicio de los sospechosos comenzó en París el 28 de abril de 2025, casi nueve años después del incidente. Diez personas enfrentan cargos por robo y secuestro, y se espera que Kim Kardashian testifique el 13 de mayo.
Impacto en la vida de Kardashian y en la seguridad de las celebridades
Este asalto tuvo un profundo impacto en la vida de Kim Kardashian, llevándola a reevaluar su presencia en redes sociales y su seguridad personal. El incidente también generó un debate más amplio sobre la exposición pública de las celebridades y los riesgos asociados.
El juicio en curso busca cerrar uno de los casos de robo más notorios de la última década y ofrecer justicia a la víctima.