Francisco, conocido como el “papa de los pobres”, recibió este sábado 26 de abril un emotivo homenaje en la plaza de San Pedro, donde cerca de 250.000 personas se congregaron para despedirlo, mientras miles más acompañaban el paso del cortejo fúnebre por las calles de Roma.
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El funeral, solemne y cargado de emoción, recordó el legado de doce años de pontificado marcado por su defensa de los más desfavorecidos, ante la presencia de líderes mundiales como Donald Trump, Joe Biden, Volodímir Zelenski, Emmanuel Macron, y Úrsula von der Leyen. También asistieron figuras de América Latina como Javier Milei, Luiz Inácio Lula da Silva, Daniel Noboa, Luis Abinader y Xiomara Castro, además de los reyes de España, Felipe VI y Letizia.

Trump y su inesperada reunión con Volodímir Zelenski en el Vaticano
Sin embargo, la despedida de Francisco fue parcialmente eclipsada por la inesperada reunión de Donald Trump con Zelenski en el Vaticano, a pocos minutos del inicio de la ceremonia. La imagen de ambos sentados improvisadamente entre las columnas vaticanas dio la vuelta al mundo, en medio de los esfuerzos diplomáticos de Washington para acercar posiciones entre Ucrania y Rusia.
Además, Trump sostuvo encuentros breves con Macron, el primer ministro británico Keir Starmer, y con la propia Von der Leyen, a quien saludó frente al féretro de Francisco, un gesto simbólico en medio de las tensiones comerciales entre EE.UU. y Europa.

Un legado de puentes, paz y cercanía a los desfavorecidos
Durante la homilía, el cardenal Giovanni Battista Re recordó que Francisco dedicó su vida a “construir puentes y no muros”, enfatizando su cercanía con los migrantes, su primer viaje a Lampedusa, y la misa histórica en la frontera entre EE.UU. y México.
Estas palabras resonaron con fuerza frente a líderes conocidos por sus políticas antiinmigración, como Trump, el primer ministro húngaro Viktor Orbán y la italiana Giorgia Meloni. El decano del colegio cardenalicio destacó además el incansable llamado de Francisco a la paz, en un mundo golpeado por guerras y conflictos, lo que generó una sentida ovación entre los asistentes.

El pueblo romano rindió su último homenaje acompañando el paso del papamóvil que trasladó el féretro del papa argentino hasta la basílica de Santa María la Mayor, su lugar de descanso final. Más de 150.000 personas salieron a las calles de Roma, desde el Coliseo hasta los antiguos Foros Imperiales, para presenciar su despedida.
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El papa Francisco había pedido ser enterrado de forma sencilla, y así fue: su tumba, que estará abierta al público a partir del domingo, lleva solo su nombre papal, FRANCISCUS, junto a una reproducción de su cruz pectoral en plata, como símbolo de su humildad y servicio.
