María Elena Bergoglio, la única hermana viva del Papa Francisco, fue informada del fallecimiento de su hermano en la madrugada del lunes 21 de abril. La mujer de 77 años se encontraba en su hogar en Argentina cuando recibió la llamada de uno de sus hijos, quien le confirmó la noticia.
Según relató José Ignacio Bergoglio, uno de sus hijos, él y su hermano decidieron ir personalmente a verla tras enterarse del deceso del Pontífice. En Italia eran las 7:35 de la mañana cuando se confirmó la muerte del Papa; en Argentina, la noticia llegó a las 2:35. “Nosotros fuimos quienes se lo comunicamos. La encontramos serena”, dijo el sobrino del Papa, quien también contó que toda la familia vivió el momento con conmoción.
María Elena es la menor de los cinco hermanos que conformaron la familia Bergoglio. Su relación con Jorge Mario Bergoglio siempre fue cercana, y aunque ha mantenido un perfil bajo desde que su hermano asumió el papado en 2013, ha hablado en pocas ocasiones sobre él, destacando su humildad y compromiso con la Iglesia.
Pese a la relevancia del acontecimiento, la familia ha decidido no viajar a Roma para las exequias del Papa Francisco. María Elena permanecerá en Argentina, acompañada por sus hijos y nietos, mientras otros miembros de la familia, como algunos sobrinos, asistirán al funeral en representación del clan Bergoglio.
Con la partida de Jorge Mario Bergoglio, María Elena queda como la última representante directa de la familia del primer Papa latinoamericano.
