Antes de que el Vaticano revelara las primeras imágenes del Papa Francisco en su féretro, se confirmó que su cuerpo fue sometido a un embalsamamiento moderno. Este procedimiento tiene como objetivo preservar el cuerpo del pontífice para permitir a los fieles despedirse durante tres días, minimizando los signos de descomposición. El funeral está programado para el 26 de abril a las 10:00 horas (8:00 GMT) en la Plaza de San Pedro.
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Embalsamamiento moderno
El embalsamamiento moderno implica el drenaje de la sangre y su reemplazo con una solución de químicos conservantes. Esta solución, que incluye alcohol, tintes, agua y formaldehído, se inyecta a través de las venas del cuello, actuando como una transfusión inversa que expulsa la sangre y elimina bacterias, ralentizando el proceso natural de descomposición.

Históricamente, hasta principios del siglo XX, se utilizaban métodos más rudimentarios, como la extracción de órganos y la aplicación de aceites, hierbas y lejía. Sin embargo, estos métodos no siempre garantizaban resultados óptimos. El cuerpo también podía ser lavado con lejía para ayudar a secarlo, y los orificios se rellenaban con hierbas, algodón y cera para evitar la fuga de fluidos durante la exhibición.
El Papa Pío X, fallecido en 1914, fue el primer pontífice en recibir un embalsamamiento “moderno”, marcando un cambio en las prácticas funerarias del Vaticano hacia métodos más convencionales.
Funeral
Aún no se ha determinado por cuanto tiempo será expuesto el cuerpo de Francisco, que hizo algunos cambios en las reglas de los funerales a los pontífices, como se lee en la nueva edición del ‘Ordo Exsequiarum Romani Pontificis’.
El cuerpo se ha depositado en un único ataúd de madera con el interior de zinc y se expondrá directamente en el féretro abierto, pero no en un catafalco como había sido hasta ahora y tampoco se colocará el báculo papal durante esta exposición.
Por último, se elimina la tradición de enterrar a los papas en tres ataúdes: “uno de ciprés, un segundo de plomo y un tercero de roble y otro de madera”.
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El Papa pidió una tumba sencilla y sin adornos
Además del embalsamamiento, se han revelado los últimos deseos del Papa Francisco, expresados en su testamento publicado el lunes. El pontífice solicitó ser enterrado en una tumba sencilla y sin adornos dentro de la Basílica de Santa María la Mayor, un lugar de gran significado personal para él.
“Sintiendo que se acerca el ocaso de mi vida terrena y con viva esperanza en la Vida Eterna, deseo expresar mi voluntad testamentaria solo en lo que respecta al lugar de mi sepultura,” escribió el Papa en su testamento fechado el 29 de junio de 2022.
“Pido que mis restos mortales descansen esperando el día de la resurrección en la Basílica Papal de Santa María la Mayor,” añadió, recordando su frecuente visita a este santuario antes y después de sus viajes como pontífice.