Jorge Mario Bergoglio, antes de convertirse en el Papa Francisco, nació en Buenos Aires, Argentina, el 17 de diciembre de 1936. Fue el primer papa latinoamericano y dejó una profunda huella en el mundo. Este lunes 21 de abril de 2025 falleció a los 88 años.
PUBLICIDAD
Sin embargo, detrás del sumo pontífice que conmovió a millones, existe una historia poco conocida, pero profundamente humana. En su infancia, Jorge se enamoró de su vecina Amalia Damonte, en el barrio porteño de Flores.
Aunque ambos eran solo niños, su vínculo fue tan fuerte que él llegó a prometerle: “Si no puedo casarme contigo, me haré sacerdote”.

Décadas más tarde, Amalia compartió esta anécdota en una entrevista, recordando entre risas cómo su padre se opuso a ese amor infantil, incluso castigándola por haber escrito una nota a Bergoglio.
Así, aquella historia no prosperó, pero la promesa del joven Jorge marcaría su camino para siempre.
El mundo hoy despide al papa número 266, un líder que se caracterizó por su visión crítica, progresista y coherente con su mensaje de humildad.
Su estilo pastoral fue siempre cercano al pueblo, alejado de los lujos y de los protocolos innecesarios.