El cuerpo de Jemma Hart, una mujer de 45 años, fue encontrado en avanzado estado de descomposición en la sala de su vivienda en Swindon, Inglaterra. Según la investigación policial, sus dos perros salchicha, Frankie y Millie, habrían consumido parte del cadáver tras pasar varias semanas encerrados sin comida.
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Hart solía pasear con sus mascotas por el vecindario como parte de su rutina diaria. Sin embargo, dejó de ser vista durante varios días, lo que generó preocupación entre sus vecinos. El 29 de enero de 2024, denunciaron su desaparición a la Policía de Wiltshire.
Al ingresar al domicilio, los agentes hallaron el cuerpo sin vida de la mujer y constataron que uno de los perros había muerto, mientras que el otro estaba en estado crítico. Medios británicos como The Sun informaron que un mensaje enviado a Jemma no fue abierto y se escucharon gemidos de los perros desde la vivienda.
El forense Ian Singleton confirmó que Hart había fallecido semanas antes del hallazgo. Además, un informe policial determinó que la mujer se quitó la vida y sus mascotas quedaron encerradas durante aproximadamente un mes, sin acceso a alimentos.
Su hijo señaló que ella tenía un profundo amor por los animales y que sus perros eran “su vida”. La investigación también reveló que la mujer enfrentaba problemas de salud y movilidad, situación que habría afectado su bienestar mental. Vivía sola con sus mascotas y se encontraba distanciada de su familia.
