Juan (nombre protegido) fue víctima de robo bajo la modalidad de escopolamina o pastillas para dormir en el sur de Quito. En entrevista con Metro Ecuador, denunció que conoció a una joven a través de Facebook, con quien luego mantuvo contacto por WhatsApp. Según su relato, la mujer insistía en invitarlo a salir y beber juntos.
A las 07:00 del domingo 30 de marzo de 2025, Juan le escribió nuevamente, y ella volvió a proponerle un encuentro. “Me dijo: ‘Pero estoy con mi primo. Si quieres, asomo, pero estoy con mi primo. Tomo un taxi, compra cervezas, lo que tú quieras y subo’”, recuerda la víctima.
Fue drogado en su propia casa
Juan no notó señales de alarma en la actitud de la joven y su acompañante. Cuando se encontraron, los llevó a su vivienda, ubicada en un conjunto habitacional de Quitumbe, en el sur de Quito.
“Estábamos tomando, tenía una actitud buena. Como estábamos los tres, me dice que traiga sal y limón. Fui a traer, pero ese chico se metió al baño”, contó Juan, sospechando que en ese momento prepararon la sustancia con la que lo drogaron.
Cuando abrieron la tercera botella de licor, Juan perdió el conocimiento. Al despertar, notó que su laptop había desaparecido. Al revisar otras habitaciones, se dio cuenta de que también se llevaron la computadora de su padre, su celular, joyas y otros objetos de valor.
La mujer cerró sus redes tras la denuncia
Al revisar las grabaciones de seguridad del conjunto, Juan identificó a la joven y a su acompañante llevándose una mochila, donde presume que guardaron los objetos robados. Intentó contactarla desde otro número y ella respondió, asegurando que regresaría en 10 minutos. Sin embargo, tras insistir en que le devolviera sus pertenencias, la mujer cortó la llamada y bloqueó el contacto.
La víctima decidió hacer pública su denuncia en redes sociales. Poco después, la sospechosa eliminó sus perfiles en Facebook y otras plataformas. Según Juan, tras su publicación, varias personas le escribieron afirmando que también fueron víctimas de la misma mujer.
Inicialmente, Juan no llamó a la Policía; sin embargo, no descarta la posibilidad de realizar una denuncia formal ante las autoridades.