Un estremecedor caso de violencia conmociona a toda la comunidad de Villa Rosario, Pando, en Bolivia, donde un joven de 23 años fue rociado con gasolina en su domicilio y prendido en fuego.
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El ataque: un acto de violencia sin explicación
Su madre, Beatriz Amutari, fue la encargada de relatar el ataque con angustia y exige justicia para su hijo, quien lucha por su vida en el hospital Roberto Galindo Terán.
El incidente ocurrió el martes a las 19:00, cuando una mujer desconocida irrumpió violentamente en la casa del joven.

“Ella llegó a molestar, golpeó la puerta y lanzó golpes. Mi hijo salió a preguntarle qué pasaba, y ahí ella se enfureció aún más. Sacó un bote de gasolina y empezó a rociarnos a todos: la casa, a mí, a mi nuera y a mi nieto”, contó Beatriz.
En un intento por proteger a su familia, el joven intervino para alejar a la agresora, pero esta sacó un encendedor y lo prendió en fuego sin mediar palabra.
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“Corría desesperado, se revolcaba en el pasto para apagar las llamas”, relató su madre. Un vecino intentó ayudarlo, pero la agresora también portaba un cuchillo, lo que impidió una intervención inmediata.

La mujer acusada del atentado fue detenida por la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) y permanece bajo custodia. La familia no conoce a la mujer, ni que le impulso a cometer el delito. madre.
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Lucha por sobrevivir
El joven sufrió quemaduras en la espalda, piernas, cabeza y rostro. Inicialmente, las lesiones fueron catalogadas como de tercer grado, pero con tratamiento han evolucionado a segundo grado.
Ahora, la familia pide ayuda para cubrir los gastos médicos y que la agresora reciba la condena correspondiente.