Recientemente, se conoció una desgarradora tragedia en la ciudad de Seversk, en Siberia, Rusia, donde un perro salchicha fue responsable de la muerte de un bebé de un mes. El menor, según recoge Clarín, que dormía en su cuna, fue atacado por la mascota de la familia, lo que le provocó múltiples mordeduras fatales.
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El cambio en el comportamiento del perro
El perro salchicha, que había sido parte de la familia durante ocho años, empezó a mostrar signos de nerviosismo y agresividad desde la llegada del bebé. Según la familia, el perro se volvió más inquieto y celoso, lo que llevó a los adultos a consultar con expertos veterinarios. Sin embargo, los veterinarios no autorizaron la eutanasia, ya que el perro estaba en perfectas condiciones físicas. Como medida de precaución, el padre del bebé ataba al perro cada noche, pero en la madrugada del 10 de marzo olvidó hacerlo, lo que permitió que el animal atacara al bebé mientras dormía.
El trágico desenlace y sacrificio del perro
El cuerpo del bebé fue encontrado sin signos vitales por la madre, quien se enfrentó a la dolorosa situación. Según los testimonios de la familia, la madre se culpa por lo sucedido, aunque también se menciona que el perro mostró signos de agresividad hacia los adultos y que la llegada del bebé pudo haber intensificado su comportamiento. Tras el ataque, el perro fue sacrificado.
Consejos sobre la crianza de perros agresivos o peligrosos
Los expertos sugieren que una correcta educación desde cachorros es clave para evitar que los perros se conviertan en animales peligrosos. Una socialización adecuada entre las 4 y 16 semanas de vida es esencial, ya que durante este período los cachorros desarrollan su comportamiento hacia otros animales y personas. Además, se recomienda establecer límites claros desde temprana edad y consultar a un veterinario o etólogo si el animal muestra signos de agresividad.
En todo el mundo, existen leyes que regulan la tenencia de animales potencialmente peligrosos, pero la responsabilidad de los dueños es fundamental para prevenir incidentes trágicos.
