Este domingo, el Papa Francisco recibirá el alta médica tras haber permanecido más de un mes en el Hospital Gemelli de Roma.
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El Pontífice, que fue ingresado a finales de enero tras presentar problemas respiratorios, ha mostrado una recuperación favorable, lo que le permitirá regresar a su residencia en el Vaticano, en la Casa de Santa Marta.
Esta noticia llega como un alivio para miles de fieles que han seguido de cerca su estado de salud y han estado pendientes de su evolución.

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Desde su ingreso, la salud del Papa ha sido monitoreada de cerca por un equipo médico especializado. Durante este tiempo, el Pontífice ha mantenido contacto con sus colaboradores cercanos y ha seguido desarrollando algunas de sus tareas pastorales, aunque de manera limitada.
Si bien su presencia en los actos públicos ha sido limitada, su cercanía espiritual con los fieles no ha disminuido, y ha seguido enviando mensajes de apoyo y esperanza por escrito.
A pesar de recibir el alta, se espera que el Papa mantenga un régimen de descanso y moderación en sus actividades durante las próximas semanas.
Según fuentes cercanas al Vaticano, el Pontífice continuará con algunas de sus funciones, pero a un ritmo más pausado mientras sigue su periodo de recuperación. Las autoridades vaticanas han subrayado que su salud es la prioridad y que el Papa continuará recibiendo los cuidados médicos necesarios.