Una tragedia ocurrió el 12 de marzo en la aldea de Fogi, sur de Buru, Indonesia, cuando una mujer de 43 años, identificada como Tarti Kolengsusu, fue fatalmente atacada por un cocodrilo mientras recolectaba espinacas de agua en el río Air Biak.
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Kolengsusu estaba acompañada por su amigos, cuando decidieron cruzar nadando el río para continuar con la recolección. En un momento, la mujer empezó a pedir auxilio, ya que se encontraba en apuros y no podía mantener el control mientras nadaba.
Uno de sus compañeros, al percatarse de la situación de su amiga, intentó sujetarla para ayudarla, pero, temiendo por su propia seguridad, soltó su mano y nadó rápidamente hacia la orilla.
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Desde allí, fueron testigos del aterrador ataque del cocodrilo, que, en cuestión de segundos, atrapó a Kolengsusu y la devoró.
Los esfuerzos por salvarla fueron infructuosos. Aunque los residentes locales fueron alertados de inmediato y se emprendió una búsqueda, el cuerpo de Kolengsusu fue encontrado dos horas después del ataque.
Los ataques de cocodrilos en esa área son cada vez más frecuentes, y las autoridades locales han anunciado que están trabajando en un plan de mitigación y prevención.
