Gracie McHugh, una niña de solo dos años, ha sido diagnosticada con leucemia linfoblástica aguda, un tipo de cáncer que afecta la sangre y la médula ósea. El diagnóstico llegó tras una serie de síntomas iniciales que inicialmente parecían ser simples signos de resfriado, pero que rápidamente se convirtieron en un problema mucho más grave.
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La enfermedad comenzó con síntomas comunes como fiebre y cansancio, que inicialmente no alarmaron a su madre, Helen Jackson. Después de ser atendida en urgencias, Gracie fue enviada a casa. Sin embargo, su condición empeoró con rapidez. La niña perdió la capacidad de caminar y desarrolló un sarpullido alarmante. Ante la preocupación de que algo más grave pudiera estar ocurriendo, Helen decidió buscar información en internet y, al ver que los síntomas no mejoraban, llevó nuevamente a Gracie al hospital.
En esta segunda visita, un análisis de sangre confirmó lo que nadie esperaba: Gracie tenía leucemia linfoblástica aguda. Este diagnóstico fue un golpe devastador para la familia. “Fue un impacto devastador. Nunca es algo así. Estaba jugando y bailando apenas unos días antes”, comentó Helen, aún conmovida por la noticia.
Tratamiento y apoyo
Tras el diagnóstico, Gracie comenzó un tratamiento intensivo en el Hospital General de Leeds. El tratamiento incluyó una transfusión de sangre, diez días de quimioterapia, esteroides y fisioterapia para recuperar la movilidad en sus piernas. Debido a su corta edad, Gracie no entendió lo que estaba sucediendo, pero sus hermanos fueron conscientes de la gravedad de la situación. “Era demasiado pequeña para entender lo que estaba pasando, pero sus hermanos sí lo notaron y fue muy difícil para ellos”, explicó Helen.
A lo largo de su tratamiento, la familia recibió apoyo de la organización benéfica Candlelighters, que ayuda a niños con cáncer y sus familias, proporcionando asistencia emocional y recursos prácticos.
Ensayo clínico y fase final del tratamiento
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Gracie fue incluida en el ensayo clínico Altogether-1, financiado por Cancer Research UK. Este estudio tiene como objetivo evaluar nuevas estrategias de tratamiento para niños y jóvenes con leucemia linfoblástica aguda. Actualmente, Gracie se encuentra en la fase final de mantenimiento de su tratamiento, la cual finalizará en marzo de este año.
Aunque el tratamiento ha sido efectivo en el control de la enfermedad, ha dejado secuelas. El tratamiento de quimioterapia y esteroides debilitó los huesos de Gracie, y se le ha diagnosticado osteopenia, una condición que reduce la densidad ósea y aumenta el riesgo de fracturas.
