Ante las crecientes amenazas del presidente Donald Trump de imponer aranceles a todos los productos que Estados Unidos le compra a la Unión Europea, el bloque de 27 países informó este jueves que son el mayor mercado libre del mundo, y que han creado un beneficio económico para las empresas estadounidenses que trabajan en y con el continente.
Lo anterior ante los comentarios del mandatario estadounidense, quien dijo que “la Unión Europea se formó para perjudicar a Estados Unidos”, agregando que lo han hecho bien, pero que esto se detendrá de inmediato bajo su presidencia.
Dijo que los aranceles serían sobre “autos y todas las otras cosas”.
La Unión Europea también agregó que lucharía enérgicamente contra un arancel general del 25% sobre todos los productos del bloque destinados a Estados Unidos, y que de entrar en efecto dichos aranceles se activarían medidas de represalia contra industrias emblemáticas de Estados Unidos.
Al respecto, Juan Leobardo Vázquez, profesor de economía de la Universidad Tecnológica de Manzanillo, dijo a Metro World News que el mundo está en una encrucijada en la que muchas instituciones y paradigmas que se crearon a partir de la Segunda Guerra Mundial deben renovarse, agregando que si bien muchos aspectos de la globalización no pueden revertirse, pueden modificarse para replantearnos un nuevo orden económico mundial.
El presidente estadounidense reiteró esta semana sus quejas contra la Unión Europea, de la que ha dicho que no aceptan coches ni productos agrícolas estadounidenses, y “se aprovechan de nosotros de forma diferente” a como lo hacen Canadá o México.
Cabe señalar que, pese a la amenaza de los aranceles a los productos europeos, Trump quiso aclarar que ama a los países europeos.
“Supongo que soy de allá … bueno, en algún momento, hace mucho tiempo, ¿o no? Sí, indirectamente. Y también directamente, supongo. Pero amo los países de Europa”, puntualizó
De acuerdo con cifras de la Unión Europea, la cifra aproximada del déficit comercial que Estados Unidos tiene con el bloque es de 50.000 millones de dólares y no 300.000 millones, como señala el presidente Donald Trump
LAS CLAVES
• La Unión Europea estima que el volumen comercial con Estados Unidos asciende a unos 1.500 billones de dólares, lo que supone alrededor del 30% del comercio global.
• El presidente Donald Trump se ha quejado de un déficit comercial, y aunque la UE tiene un superávit en exportaciones de bienes, dice que esto se compensa con el superávit de EE.UU. en el comercio de servicios.
• La UE afirma que el comercio de bienes alcanzó los 851.000 millones de euros (878.000 millones de dólares) en 2023, con un superávit comercial de 156.000 millones de euros (161.000 millones de dólares) para la UE.
• Por otra parte, la UE señala que el comercio de servicios tuvo un valor de 688.000 millones de euros (710.000 millones de dólares) con un déficit comercial de 104.000 millones de euros (107.000 millones de dólares) para la UE.
En entrevista con Metro World News, Juan Leobardo Vázquez respondió algunas preguntas adicionales sobre esta posible guerra comercial entre Estados Unidos y la Unión Europea.
1. ¿Cómo podría ser una guerra comercial entre Estados Unidos y la Unión Europea?
–El panorama es difícil e incierto, pero debemos que tener en cuenta que la Unión Europea pasa por momentos difíciles que van desde una baja en su productividad y una dependencia energética con otros países y regiones, hasta problemas con algunas de sus industrias, entre ellas la automotriz.
Mientras tanto, estamos siendo testigos de cómo el mundo avanza hacia un nuevo orden económico mundial que, desde mi punto de vista, estará dominado por Estados Unidos y China. En cierta forma, se les está relegando a un segundo plano en el que Trump insinúa que ya no son tan relevantes. El mismo Trump les ha dicho que deben hacerse cargo de su propia seguridad y dejar de aprovecharse de Estados Unidos. Realmente están en una situación difícil en este segundo mandato de Trump.
2. La relación entre Estados Unidos y la Unión Europea ha dado un giro de 180 grados en cuestión de semana. ¿Qué tan delicado es el tema?
Dudo que las cosas vuelvan a ser como antes, incluso cuando Trump deje de ser presidente. Si bien la presidencia y la estrategia de Trump son temporales, es difícil imaginar que la relación entre ambas partes volverá a ser la de antes.
Tarde o temprano se volverán a equilibrar las cuestiones de comercio libre en el mundo, pero el daño ya está hecho. A nadie le gustan los aranceles y a nadie le gustan las amenazas. En el mundo se vive un reacomodo en muchos aspectos, principalmente económicos y políticos, que nos llevará a estructuras y dinámicas distintas.
Por lo pronto, las acciones de Trump nos están llevando hacia una guerra comercial que nadie sabe cómo terminará o qué repercusiones tendrá para la economía global, pero sin duda no será algo positivo para el mundo. Y es lógico que los países afectados tomen una postura de reciprocidad.
3. ¿Podemos decir que los aranceles se han convertido o se están convirtiendo en una especie de armas?
Hay que tener en cuenta que a Trump le gusta hablar en términos de negocios y negociar bajo amenazas, de forma que llega más fuerte a las negociaciones. Al menos así lo percibe.
Algo interesante que hemos visto es que en el caso de México Canadá postergó por un mes la entrada en vigencia de los aranceles, que en teoría deben comenzar a implementarse la próxima semana. Mientras tanto, obtuvo algunas promesas y concesiones. A Europa, de igual forma, les está dando un mes de aviso, y estoy seguro que antes de que entren en vigor habrá ciertos acuerdos y muchas negociaciones.
Lo que es un hecho es que los aranceles afectan a ambas partes, sobre todo si son recíprocos, como han dicho todos los países que han sido amenazados por Trump. Y ante cualquier acción, contra quien sea, podemos esperar una reacción. Además, una vez que has usado el arma de los aranceles, ¿qué armas te quedan?
4. ¿Cómo consideras que Trump percibe al mundo y qué lección debe dejarnos una guerra comercial a escala mundial?
Como una relación de amor y odio. Como ha comentado en numerosas ocasiones, sobre muchos países, siente que se han aprovechado de Estados Unidos por mucho tiempo y que las cosas tienen que cambiar. Él desea que Estados Unidos sea de nuevo ese gran país donde ellos mismos producían la mayoría de lo que consumían, en cuanto a productos y tecnología. Pero el mundo ha cambiado, y va a ser muy difícil que eso suceda.
En cuanto a los aranceles, los más afectados son los consumidores finales, quienes deben absorber los golpes que causan los precios más elevados. Habrá productos que podrían dejar de comprarse o consumirse, afectando fuentes de empleo e ingresos de personas y de empresas. En un mundo tan interconectado, los aranceles pueden hacer que aumente la inflación y las tasas de interés, perjudicando, entre otras cosas, cuestiones de inversión extranjera. No son buenas noticias para la economía mundial.