Richard Batista y Dominic Barbara, quienes se casaron en 1990, vivieron una historia que tomó un giro inesperado cuando, en 2001, el doctor Batista donó un riñón a su esposa, quien luchaba contra una enfermedad renal grave. A pesar de este gesto, el matrimonio no sobrevivió a la adversidad, y en 2005, Dominic le pidió el divorcio a Richard, de acuerdo a la historia recupera por El Tiempo.
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En ese entonces, Batista explicó que sus problemas matrimoniales comenzaron cuando su esposa enfermó, lo que alteró la dinámica de su relación. En una entrevista, señaló que su prioridad fue salvarle la vida a Dominic, mientras que la segunda motivación era mejorar su matrimonio.
La controversia legal por el riñón donado
Tras el divorcio, Richard Batista llevó su lucha legal un paso más allá, exigiendo que su esposa le devolviera el riñón que le había donado, o una compensación económica de 1,5 millones de dólares. A pesar de este reclamo, Dominic negó que su relación con su fisioterapeuta fuera romántica y aseguró que solo eran “amigos”.
El fisioterapeuta, quien declaró ante las autoridades, también negó cualquier implicación amorosa, haciendo alusión a que el doctor Batista era un “auténtico monstruo”. Este reclamo se dio en el contexto de una relación aparentemente afectada por problemas emocionales y familiares.
El fallo judicial que rechazó la demanda de Batista
La Corte Suprema del Condado de Nassau emitió un fallo en 2008, en el que rechazó la solicitud de Richard Batista de recuperar su riñón. El tribunal consideró que el órgano donado no podía ser tratado como un bien de propiedad en el marco de la demanda de divorcio. Expertos en ética médica señalaron que la donación de un riñón no debe ser intercambiada por algo de valor.
El fallo fue contundente y dejó en claro que, según la legislación, el riñón ya era propiedad de Dominic, y que cualquier intento de extirparlo podría poner en riesgo su vida. La decisión judicial marcó el cierre de una controversia que atrapó la atención pública.